El Tribunal Oral Criminal nº 3 de Morón condenó al padre Julio César Grassi a dos años de prisión en suspenso al encontrarlo culpable del delito de malversación de los fondos que eran donados para el funcionamiento de la Fundación Felices los Niños, y que redirigió durante cuatro años para el alquiler de una casa quinta en la localidad bonaerense de Hurlingham.
Este juicio contra Grassi, quien permanece preso por abuso sexual contra un niño que se alojaba en un hogar de su Fundación, se inició en octubre. Para la Fiscalía que impulsó las denuncias, el religioso alquiló la lujosa propiedad en 2002, cuando a raíz de la acusación en su contra por la que finalmente fue condenado, utilizó el dinero de la Fundación para vivir cerca de ella, pese a que no podía tener acceso.
Si bien la defensa del padre pidió que realice tareas comunitarias a cambio de evitar ir a juicio oral y público (una probation), el Tribunal lo rechazó. Alberto Mirenda, dueño de la casa quinta en cuestión, había denunciado una deuda por la falta de pago de varios meses de alquiler, según consignó el portal Infobae.