◆ Nora Dalmasso. El cotejo de ADN favoreció al único imputado, Facundo Macarrón, hijo de la víctima. La mujer fue estrangulada en su casa de Río Cuarto. Se levantaron muestras genéticas de las sábanas, de la bata que llevaba puesta y de semen que fueron enviados al FBI. El informe confirmó que no había rastros genéticos de Facundo.
◆ Lucila Frend. Fue acusada por el homicidio de su mejor amiga, Solange Grabenheimer con la que vivía. Si bien los peritos hallaron un pelo en la escena del crimen, se trataba de un perfil masculino. Lucila fue absuelta en primera instancia y el fallo fue confirmado por Casación. En tanto, el crimen quedó impune.
◆ Turistas Francesas. Cassandre Bouvier y Houria Moummi fueron halladas muertas en la Quebrada de San Lorenzo, en Salta. Las jóvenes habían sido violadas. Los autores dejaron su huella genética en el semen hallado en el cuerpo de las chicas. Los análisis de ADN, realizados en los laboratorios de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, permitieron el esclarecimiento.
◆ Los hermanos Noble Herrera. Marcela y Felipe, los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, debieron someterse a cotejos de ADN ante la sospecha de que fueron apropiados durante la Dictadura. Su perfil genético se comparó con muestras de desaparecidos conservadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos. El resultado fue negativo.