“El déficit de la balanza de turismo ya no será un problema el año que viene”, sostienen los economistas con el dólar cerca de US$ 40, siempre que siga a la inflación y no vuelva el atraso cambiario. A fuerza de una devaluación del 100% y financiamiento más caro, los viajes de los argentinos al exterior (lo que se conoce como turismo emisivo) cayeron 17% en octubre, mientras que los visitantes (turismo receptivo) aumentaron 6,6% en ese mes.
En el año, en cambio, acumulan una suba del 2,1% para las salidas y el 6% para las llegadas, porque hasta mitad de año el “dólar barato” fomentó los viajes al exterior.
Así, para 2019 se prevé que el rojo en las cuentas por los viajes al exterior caiga a la mitad: US$ 4 mil millones, contra los cerca de US$ 8 mil millones que se calculan para este año. “En los últimos meses se viene reduciendo fuerte, porque hay un cambio de comportamiento: antes iban los argentinos a Chile a comprar y ahora son los chilenos los que se cruzan a Mendoza”, explicó la economista de Abeceb Soledad Pérez Duhalde.
En cifras. En lo que va del año, los números de gastos por viaje y tarjetas en el exterior dan cuenta de que ese saldo negativo entre lo que se gasta afuera y lo que ingresa por turismo se achicó a US$ 250 millones en octubre pasado, un valor similar a septiembre pero un tercio más bajo que en los mismos meses de 2017, según los datos del Banco Central.
El secretario de Turismo, Gustavo Santos, había anticipado a PERFIL una reducción del 15% para este año del déficit, que el año pasado fue de US$ 11 mil millones, pero la baja podría ser incluso mayor (hasta el déficit de US$ 8 mil millones) si mantiene la tendencia de los últimos meses.
El punto de inflexión fue la devaluación de mayo. Hasta julio, por viajes al exterior se iban entre US$ 800 y 900 millones, mientras que el pico de los últimos cinco años fue en enero pasado, con más de US$ 1.300 millones.
Uruguay y Brasil, expectantes ante la baja de argentinos
De los cuatro millones de turistas extranjeros que suelen ir todos los veranos a Uruguay, 2.5 millones fueron argentinos el año pasado, según datos del Ministerio de Turismo de ese país. Para este año, esperan que esos argentinos que falten sean reemplazados por los brasileros. “Estamos trabajando para que la baja de argentinos sea la menor posible y volveremos a devolver el IVA en gastos turísticos”, asegura a PERFIL Liliam Kechichián, ministra de Turismo. El fin de semana pasado, cruzaron 50 mil argentinos, “la misma cantidad que el año pasado”, y unos “10 mil pasaron el jueves por Fray Bentos”, puntualiza. Según cálculos propios del ministerio de Turismo uruguayo, esta temporada dejará un 4% menos de viajeros del exterior en ese país.
Ante la crisis de los argentinos, Kechichián asegura que “hubo una buena respuesta del sector” porque se ampliaron las ofertas “para un turismo más ‘gasolero’: en Punta del Este hay menúes para dos personas por 600 pesos argentinos. Creemos que muchos, además, traerán mercadería ya que el principal costo es en alimentos”, agrega. Las únicas restricciones son para alimentos frescos que no estén envasados al vacío.
En el sur de Brasil, por su parte, se espera que los argentinos disminuyan hasta un 40%, aunque los valores de alquileres mantienen su valor, según datos del sector en playas de Florianópolis. “El mayor impacto recaerá sobre los restaurantes y comercios”, aseguran operadores turísticos de Santa Catarina.