Quién es el nieto 133 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo
Tiene dos hijos y se acercó a Abuelas en abril de este año. Su madre fue secuestrada y él nació durante ese proceso. Su tío, Mario Santucho, fue un dirigente clave del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Abuelas de Plaza de Mayo y la recuperación del nieto 133 |
Agencia Na
Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron este viernes 28 de julio la restitución de un nuevo nieto: se trata del nieto 133, hijo de Cristina Navajas –hija de la integrante de Abuelas Nélida Navajas– y Julio Santucho. Además, es sobrino de Mario Santucho, líder y fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Al nacer, el nieto 133 fue anotado como hijo propio de un integrante de las Fuerzas de Seguridad y una enfermera el 24 de marzo de 1977. Fue una hermana 20 años mayor que él quien lo crio y le confesó que no era hijo de quienes decían ser sus padres.
Luego decidió acercarse a Abuelas en abril de este año. Tiene dos hijos, su nombre aún no fue dado a conocer, y se enteró de su identidad el 26 de julio pasado cuando se lo comunicó la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi).
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“Le llevó tiempo acomodar la información para acercarse a Abuelas.Una vez que lo hizo, se realizó la investigación documental y en abril de este año se realizó el examen ante el Banco Nacional de Datos Genéticos", contaron en conferencia de prensa este viernes, donde estaban presentes su hermano y su padre, Miguel y Julio Santucho, con quienes ya se reunió.
Nélida Navajas, la abuela del nieto 133.
Lo que se sabe del nieto 133: el secuestro de su madre y cómo su padre se enteró del embarazo
Según la reconstrucción de su historia, aún no había nacido cuando su madre fue secuestrada el 13 de julio de 1976 por una patota del Ejército. Cristina Navajas nació en 1949 en la Ciudad de Buenos Aires y tenía 26 años al momento de su secuestro. Era maestra y estudiante de sociología en la Universidad Católica Argentina (UCA).
En esa casa de estudios conoció a Julio Santucho, séptimo hijo de una familia de diez hermanos. Entre ellos estaba Mario Santucho, dirigente clave del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), por lo tanto tío del nieto 133.
Mario Santucho.
Julio había sido pupilo de un colegio católico y luego seminarista para ser sacerdote. Al conocer a Julia abandonó esa vocación. Con Cristina tuvo otros dos hijos, que estuvieron presentes en el momento en que su madre fue secuestrada de la casa de su cuñada, Manuela, en la calle Warnes 735.
El padre del nieto 133 estaba en Italia cuando se enteró del secuestro de Cristina, pero no sabía de su embarazo. De esto se enteró tiempo después, cuando su madre Nélida encontró una carta que ella había preparado para Julio: allí le contaba que tenía un atraso y que creía estar embarazada.
Cristina fue secuestrada en julio del 76 y llevada Coordinación Federal primero y al centro clandestino de detención Automotores Orletti después. Luego fue trasladada a Protobanco y estuvo allí hasta diciembre de ese año.
Las mujeres que estuvieron secuestradas con ella contaron que ella dijo ante los secuestradores que estaba esperando un hijo: “Soy Cristina Navajas, militante del PRT y estoy embarazada”.
Su padre Julio no pudo viajar de inmediato a Argentina porque, según se conoce, las autoridades del partido se lo impidieron. “Otro Santucho más no vamos a perder”, le dijeron. La familia había perdido a casi veinte familiares en desapariciones, secuestros y asesinatos del Estado.
Tiempo después se reencontró con sus hijos en Europa e inició con Nélida la búsqueda de Cristina y de su tercer hijo.
En la conferencia de prensa en la que se contó sobre su identificación, estuvieron presentes Julio y Miguel, uno de sus hijos y hermano del nieto 133.
"Cristina tenía la voluntad de que buscaran a su hijo. Nélida, su abuela, honró de forma extraordinaria esa voluntad y murió buscando a su hija y a su nieto. Honramos a Nélida y a todas las abuelas que nunca perdieron la esperanza de encontrar a sus seres queridos", dijeron en el anuncio de Abuelas.
