Vagones colapsados de usuarios que empujan por subirse, la sirena que anuncia el cierre de puertas, y el mal humor de los que tienen que esperar a la próxima formación. La escena clásica de la hora pico del subte es conocida; por eso, entre los compromisos del gobierno porteño, rige que la frecuencia en esa franja horaria (entre las 8 y las 10, y entre las 18 y las 20, cuando se trasladan medio millón de pasajeros) sea de 3 minutos.
Sin embargo, un informe del portal Subte.data, del Laboratorio de Políticas Públicas (LPP), sostiene que, del análisis de datos de la demanda del subte en 2016, la hora pico se desplazó, sobre todo en horarios de la tarde, donde se registra una afluencia mayor de pasajeros entre las 17 y las 19. Y que incluso hay líneas en las que a las 14 hay más demanda que a las 19. “Es interesante ver que existe una alta demanda de todas las líneas desde el mediodía hasta las 20, que da cuenta del desplazamiento de la hora pico y de los problemas en los controles de las frecuencias”, dice Rafael Gentili, responsable de Subte.data, a PERFIL.
“En su web, el Gobierno asegura que cumple con su compromiso en todas las líneas, menos en la H y en la E. Pero el año pasado medimos la línea A durante una semana de octubre, y notamos que la frecuencia superaba los 3 minutos, ya que había menos formaciones que las necesarias”. Además, sostiene que el control a Metrovías se hace sólo durante una de las dos horas, por lo que es difícil asegurar que el compromiso realmente se cumple.
El informe analiza otras variables como cuáles son los días, las líneas y estaciones que más se utilizan. Así, más del 80% utilizó el subte en días de semana de 2016, mientras que el 10% lo hizo fines de semana y feriados. La mayor circulación se registró los martes y jueves; contrario a los lunes, que fue el día de menor flujo. Las líneas B y D fueron las más utilizadas, seguidas por la A y la C y, en menor escala, la E y la H.
Otro dato que aporta es que, si bien en 2016 se alcanzó el récord de pasajeros transportados (309.807.651) desde que la Ciudad se hizo cargo del subte, y se sumaron ocho estaciones a la red (que pasó de 48 km a 54 km), eso no se traduce en un incremento real de usuarios: al comparar los usuarios que viajaron cada año con los kilómetros de la red, en 2016 viajó un 10% menos de pasajeros por km que en 2011. “Las causas son muchas. El año pasado creció la demanda del subte hasta noviembre, cuando se aumentó la tarifa a $ 7,50. Otra razón puede ser el Metrobus, porque si el colectivo va más rápido, ahorra combinaciones y encima es más barato, la gente lo elige más”, explica Gentili.
Fuentes de Sbase, en tanto, dijeron que el servicio de 3 minutos llega a extenderse hasta seis horas por día en algunos casos, más allá de los picos (que por hora mueven 125 mil personas).
Y que vinculado a la cantidad de pasajeros –que sostienen vienen creciendo desde 2013–, el informe utiliza parámetros que no son válidos para medir el desempeño.