Mateo Kawaguchi tiene 22 años y se convirtió en la primera persona con síndrome de Down en participar del Campeonato Mundial de la Pizza en Parma, Italia, y logró ser el cuarto mejor del mundo en la categoría “in teglia (al molde). Se trata del puesto más alto la que haya llegado un argentino en la historia del concurso. Los tres primeros puestos fueron ocupados por italianos.
Kawaguchi es graduado de la escuela de la Asociación de Panaderos y Pizzeros (Appyce) y compitió contra otros 700 profesionales. La consigna que le tocó fue preparar una pizza rectangular de 60×40 centímetros, que debió dejar reposar la masa 36 horas en heladera, y luego prepararla con cebolla morada, mozzarella, queso parmigiano reggiano, orégano y oliva.
"Competimos entre 1.200 participantes y asistentes, fueron tres jornadas de mucho trabajo que tuvieron su punto más emocionante el martes con la participación de Mateo en la categoría Pizza in Teglia; el público y los jurados se emocionaron mucho con su demostración de que todo se puede", contó desde Italia, Manuel Jamardo, presidente de Appyce que dirigió la comitiva, según consignó la agencia Télam.
"Durante toda la participación de Mateo, se vio gente del público aplaudir durante todo el tiempo, gente llorando de emoción, jurados emocionados alentando a Mateo", relató.
En el mismo contexto, detalló: "El martes, luego de los competidores de Free Style (malabarismo), Mateo pidió su lugar para hacer una exhibición, pidió música y se lució en la misma pista donde nuestro acróbata Ezequiel Ortigoza había obtenido el séptimo puesto del mundo el día anterior, pero al no poder participar por una angina que se agarró ese día martes, Mateo decidió dedicarle su excelente participación en acrobacia que emocionó mucho a la gente".
El ahora campeón comenzó a estudiar el curso de maestro panadero en Appyce a través de una solicitud de su escuela que se llama "Infancias" a la asociación pizzera y "es el primer maestro panadero recibido con síndrome de Down", contó su mamá, Gabriela Kawaguchi, también desde Italia.
"No puedo decir que fue un sueño concretado, porque nunca pensamos que esto podía llegar suceder, ni tampoco pusimos límites a lo que deseábamos o pensábamos que podía hacer él sino que fuimos siguiendo su camino a medida que se fueron presentando las oportunidades y él ha decidido que es lo que quería hacer", señaló la mujer.
"Vinimos con su padre y sus hermanos Martín y Tobías, que son artífices de todas las posibilidades que ha tenido Mateo en su vida, porque sin estos hermanos que han sostenido, apoyado y tenido paciencia él no hubiese podido llega a donde está", concluyó la familiar.