Tres vidas por una: en el Garrahan realizaron un multitrasplante a partir de un solo donante

Casi tres décadas después de haber hecho el primer trasplante hepático pediátrico en un hospital público de Argentina, el Garrahan volvió a demostrar que sigue siendo pionero en materia médica: a partir de un único donante cadavérico trasplantó en simultáneo un corazón a un niño de 4 años, un pulmón a una adolescente de 13 y el hígado a una beba de un año. La triple intervención requirió la coordinación precisa de un centenar de expertos.

Todo comenzó cuando se activó el grupo de WhatsApp de Trasplante Hepático del hospital: era un sábado de fines de agosto, a las 16.58. El mensaje advertía: “Probable operativo para una paciente de 12 meses con atresia biliar”. En minutos los intercambios se multiplicaron y a medida que llegaban más detalles, la comunicación se replicó y amplió por los grupos de los cirujanos cardiovasculares y pulmonares, más los respectivos anestesistas e instrumentadoras. 

En pocas horas quedó claro que iba a ser un triple trasplante en simultáneo, de alta complejidad pediátrica, en el que –en total– intervendrían tres equipos profesionales que exigieron la ajustada coordinación de casi cien profesionales.

También hubo que superar dificultades logísticas ya que el donante falleció en un hospital de la localidad de Junín, ciudad bonaerense que no cuenta con un aeropuerto. Por lo tanto, el equipo de logística tuvo que buscar una terminal aeroportuaria cercana y coordinar otros traslados en ambulancia.

Apenas doce horas después de la primera alerta, el operativo estaba en marcha. Mariano Boglione, uno de los coordinadores del Centro Quirúrgico del Garrahan, fue uno de los integrantes del equipo que viajaron el sábado 26 de agosto a intervenir al donante. Recordó que “el problema que teníamos es que Junín no tiene aeropuerto y tuvimos que buscar uno alternativo. Elegimos Chacabuco y decidimos usar un avión más pequeño, un turbohélice, porque era más adecuado para bajar en la pista de tierra que teníamos que utilizar”, contó. Y así viajaron hasta Junín cinco profesionales y el piloto a realizar la ablación de los órganos donados.

En este tipo de donaciones, la logística se vuelve clave por el tiempo limitado: es que desde que se produce la ablación de cada órgano hasta su implante en los receptores, el tiempo de isquemia fría para un corazón o pulmón es de apenas cuatro horas, mientras que para el hígado ese tiempo puede extenderse a no más de entre 24 y 36 horas. 

Por eso se volvía indispensable el uso de un avión para, luego de la ablación, transportar el material hasta los quirófanos donde esperaban los receptores ya listos para recibir los órganos del trasplante. 

Justamente, “tener la disponibilidad de reunir a semejante equipo de personal capacitado, que deben trabajar en tres equipos diferentes, en tres quirófanos, pero en forma simultánea, y poner a trabajar en equipos casi cien personas en un fin de semana en que la mayoría debe dejar sus compromisos personales para acudir al llamado de esta urgencia, es algo que nos enorgullece y lo valoramos muchísimo como equipo”, destacó Pablo García Delucis, el jefe de Cirugía Cardiovascular, Trasplante Cardíaco y Cirugía Vascular Periférica en el hospital.

El trasplante cardíaco en sí tomó un total de 4 horas y 50 minutos y se pudo utilizar un corazón más grande (de un adulto) porque el paciente receptor sufría hipertensión pulmonar, algo que fue analizado junto a la jefa del área clínica del servicio, Dora Haag. 

Este trasplante cardíaco no fue demasiado diferente a otros procedimientos similares que concretó este equipo, aunque sí hubo profesionales de dicha área colaborando en el trasplante bipulmonar que se realizaba en el quirófano vecino y que se prolongó por un lapso de seis horas y en el que hubo que recurrir al uso de bombas de inflación extracorpórea. En ese lugar recibió el pulmón una adolescente de 13 años que había padecido una neumonía necrotizante cuya secuela la llevó a que el único tratamiento posible para ella fuera el trasplante. 

Finalmente se hizo el hepático. “Este triple trasplante significa que el Garrahan sigue llevando la bandera de la trasplantología infantil en la Argentina y eso es muy importante”, contó con orgullo  Oscar Imventarza, jefe de Trasplante Hepático en la institución. Y agregó: “Continuamos trabajando en la senda de hacer cuarenta y cinco trasplantes hepáticos por año para mejorar la calidad de vida de los pacientes que lo necesitan”.   

“No es la primera vez que el Hospital lleva adelante una triple intervención en simultáneo y eso nos habla de continuidad y excelencia técnica”, se enorgulleció Patricia García Arrigoni, directora médica ejecutiva del Garrahan. Y finalizó: “Representa un orgullo para nosotros y un hito para la salud pública pediátrica a la que todos los días trabajamos para sostener y mejorar”.

Cifras de vida

◆  7132 argentinos están en este momento en lista de espera.

◆ 1288 es la cantidad de trasplantes que se hicieron en lo que va del año.

◆ 571 personas fueron donantes en 2023.

◆ 12,35 es la cantidad de donantes por cada millón de habitantes en este año.

◆ El servicio de trasplante hepático del Garrahan está a punto de llegar a las mil intervenciones. 

◆ El primer trasplante que se hizo en Argentina fue en 1928. Se hizo en el Hospital Rawson y fue una intervención de córneas.