Con rutas y horarios preestablecidos, nuevos puntos de recolección y de acopio de residuos secos, carros mejorados y una reorganización logística para trasladar lo que juntan, la Ciudad avanza en su plan de recategorizar a los cartoneros y convertirlos en “recuperadores ambientales” a partir de mediados de este año. ¿El objetivo? Incrementar los volúmenes de material reciclable que se generan en la Capital y bajar, por consiguiente, los niveles de residuos que se envían para relleno sanitario en la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse) que, en cinco años, no tendrá más lugar.
Hoy, trabajan doce cooperativas en la recolección de materiales reciclables, que agrupan a unos 5.300 “recuperadores urbanos”, tal como los denomina el gobierno porteño. Son quienes se encargan de llevar lo que recolectan a cada uno de los quince puntos de tratamiento que existen en la Capital Federal. El proyecto, sin embargo, es visto con algunos reparos por algunas de las principales cooperativas que integran ese plan, que está en funcionamiento actualmente: cuestionan la implementación de rutas fijas y que el aumento del pago que reciben –que iría de los $ 5.500 a los $ 9.800, tras la recategorización– no es suficiente para cubrir los costos operativos que salen de sus propios presupuestos, entre otros temas.
“Transformar a los cartoneros en recuperadores ambientales es llevarlos a una formalidad mayor a la que ostentan hasta ahora. El recuperador sale con una ruta predeterminada y llena su bolsón con material reciclable que luego lleva a los centros verdes para que lo pesen y luego poder reciclarlo. Es una manera de cubrir toda la Ciudad”, dice por su parte Renzo Morosi, impulsor del plan desde la Subsecretaría de Higiene Urbana.
Para Cristina Lescano, de la cooperativa El Ceibo –que cuenta con 302 cartoneros, es una de las más organizadas y trabaja en la planta recicladora –, “las cooperativas estamos abandonadas, no tenemos plata ni para arreglar los camiones. Nosotros tenemos siete que son nuestros, pagamos seguro, patente, multas. En algunos pagan un subsidio. No podemos competir con las empresas privadas. Con los vecinos de la Ciudad hacemos lo que podemos: hay muchos que separan”, argumenta.
En la Capital Federal, se recolectan 6.760 toneladas de basura por día, de las cuales 4.960 tienen algún tipo de tratamiento en los centros de reciclado, en los centros verdes, plantas de Tratamiento Mecánico Biológico (MBT) y en el circuito informal. De toda esa cantidad, sólo 1.200 terminan en el relleno sanitario de la Ceamse, junto a las 1.800 toneladas que no se recuperan. Para la recolección, hay distribuidos en toda la comuna unos 26.700 contenedores, que son vaciados todos los días por las seis empresas de higiene urbana que trabajan en la Ciudad y el Ente de Higiene Urbana (EHU), que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público.
Recorridos. Respecto a los recorridos que harán los futuros recuperadores ambientales, Morosi aclara que las rutas serán determinadas por cada comuna de acuerdo a las necesidades de recolección que presente. “Apostamos a que se lleven todo lo que puedan reciclar, ya que la Ciudad no puede hacerlo sola”, dice Morosi. Lescano retruca: “La orden es que tenemos que trabajar en comunas. ¿Cómo vamos a hacer para trabajar en la 14, que sería la que nos correspondería, si hay compañeros de otras cooperativas que vienen trabajando hace años ahí? Nos mandan a pelearnos entre las cooperativas. Nosotros trabajamos todos juntos y nos llevamos re bien. Lo hemos charlado, pero no sabemos qué hacer todavía”. “Que nos quieran modificar el recorrido nos perjudica porque los compañeros que tienen carreta no pueden trabajar tranquilos, la policía te molesta o porque usan nuestra ropa y hacen cosas que no tienen que hacer”, agrega Alejandra Carol, de El Amanecer de los Cartoneros.
Otro de los puntos sobre los cuales la Ciudad pondrá mayor atención será cómo dejan los espacios de acopio los cartoneros. “Vamos a hacer hincapié en que no dejen basura diseminada cuando recolecten los materiales reciclables. Vamos a tratar de replicar el ejemplo del Microcentro, en el que hicimos un trabajo de concientización en conjunto con porteros de edificios públicos y privados y los futuros recuperadores ambientales”, asegura Morosi. Para el funcionario, la zona de Once se posiciona en primer lugar para mejorar la situación en materia de recolección y acopio de material. “Por ahora estamos viendo dónde instalamos la planta, y después hablaremos con todos los involucrados”, cierra.
Un modelo mejorado
* David Levitan
El modelo de gestión de los cartoneros o recuperadores urbanos desarrollado por el gobierno porteño, si bien tiene algunas falencias, mejoró bastante en los últimos años.
En cuanto a lo que los cartoneros tienen en materia de tecnología o materiales para trabajar, se mejoró mucho. Sobre todo en materia de mejoras de las condiciones laborales.
Sin embargo, algunas plantas de separación de residuos todavía presentan algunas falencias, ya que es muy artesanal, manual y por lo general mucho del material termina en la casa de los recuperadores con condiciones de muy poca higiene o no apropiadas para hacer ese trabajo.
Es indispensable que participen los cartoneros. El trabajador cartonero, o recuperador, existe por más que lo incluyan o no. En la medida en que no se separen los residuos en origen, no existe ninguna máquina que separe los reciclables de los no reciclables. Es un trabajo necesariamente manual; por lo tanto, incluir a los cartoneros en las políticas de separación de residuos es clave.
Nosotros participamos con la universidad en materia de asesoramiento técnico con las cooperativas de cartoneros. Los 5.300 cartoneros que trabajan actualmente en las cooperativas son los reconocidos por la Ciudad, pero existen miles más que son independientes o vienen de la Provincia. Existe mucha más gente fuera del sistema.
*Profesor Facultad de Ingeniería (UBA), programa Cooperativas.