“El Coliseo”. Así decidieron llamar los Espartanos, el equipo de rugby del penal de San Martin, a la primera cancha de rugby de césped sintético en una unidad penitenciaria.
Con la presencia de la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, del ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari y el secretario de Justicia de la Nación, Santiago Otamendi; Eduardo “Coco” Oderigo, ex jugador del SIC, entrenador e impulsor del proyecto espartano, cortó la cinta dejando inaugurada la cancha donde luego jugaron los Espartanos contra un conjunto integrado por jugadores de clubes de primera.
“Buscamos a través del deporte que las personas que están en situación de encierro puedan revincularse con la sociedad, porque nuestro objetivo es lograr que las reglas del juego sean también reglas de la vida”, dijo el ministro Ferrari durante el acto de ayer.
Desde que empezaron con el proyecto del equipo de rugby –hoy devenido una fundación y replicado en varias cárceles de todo el país– los Espartanos tuvieron varios resultados positivos a la vista. Desde el 2009, pasaron por el equipo más de 450 internos, que cuentan con su propio pabellón, y tienen la posibilidad de salir del penal a jugar contra clubes de rugby tradicionales que los invitan (como CUBA, Newman, Belgrano, entre otros). Además, mientras el índice de reincidencia en la provincia de Buenos Aires es del 65%, entre los Espartanos bajó a un 6%. También jugaron contra fiscales y jueces; con Los Pumas; y los que quedaron en libertad viajaron a nueve provincias y a Roma a ver al papa Francisco.
Ante la experiencia positiva, en el penal contiguo, las internas de la Unidad 48 conformaron su propio equipo y el primero de rugby femenino en una cárcel: las Espartanas.