SOCIEDAD
Hoy siguen los festejos en el bajo belgrano

Una multitud dio la bienvenida al Año del Gallo

Con las tradicionales danzas del Dragón y el León, más de 200 mil personas celebraron la llegada del año 4715 del calendario chino. El Ballet de Beijing actuó allí por primera vez.

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Fuego. No sólo es el elemento del signo que rige el año: también estuvo presente en los colores del dragón y en los puestos para sacarse fotos y de venta de objetos típicos. | obregon

Con las tradicionales danzas del Dragón y el León, unas 200 mil personas celebraron ayer el Año Nuevo chino, que sigue hoy durante todo el día en la plaza Parques Nacionales, en Figueroa Alcorta entre Sucre y Echeverría, en el Bajo Belgrano. Antes de que la fuerte lluvia que se desató al final de la tarde corriera a los entusiastas participantes, la gente se concentró para disfrutar por primera vez del Ballet de Beijing, que viajó especialmente para el evento.

Para hoy esperan un número de asistentes similar al de ayer, con el que buscan batir el récord de más de medio millón de visitantes de la edición 2016. Esta tarde habrá una demostración de la milenaria ceremonia del té y conciertos de música tradicional china, a cargo de grupos y solistas, y hasta instrumentales. Y al caer la tarde, las celebraciones finalizarán con un gran show de fuegos artificiales, con el que la comunidad china le dará la bienvenida oficial al año 4715, en el que rige el Gallo de Fuego, según el horóscopo que siguen millones de personas en todo el mundo y que tiene, más allá de las predicciones, un fuerte componente cultural (ver aparte).


Puristas. A diferencia de otros años, cuando participaron varias colectividades, esta vez el comité organizador decidió que sólo estuvieran las que representan la cultura china.

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Como siempre, los visitantes pasearon además por los puestos de comida y venta de objetos típicos –abanicos, amuletos y muñecos de la suerte, entre otros–, además de disfrutar de las exhibiciones de artes marciales, muestras de caligrafía y clases de Tai Chi.

“Vine porque me parece muy interesante el intercambio con otras culturas milenarias, por las que me siento fascinada”, dijo Yanina (35), de Palermo, que vino ayer por primera vez. “Con Benito queríamos ver especialmente la danza de los leones”, agregó, a su lado, María (35), que trajo a su hijo de 7 años desde Luján.  

Según Ana Chen, responsable de la organización del evento que impulsan desde la Embajada de China y la Subsecretaría de Derechos Humanos porteña, “ésta es la edición más grande que hicimos hasta ahora. Y es, además, la primera vez que vienen artistas provenientes de China”.

La gran novedad fue, sin dudas, la presencia del Ballet de Beijing, integrado por 22 artistas que ofrecieron su espectáculo de acrobacias, magia y canto. Este año, además, varios conductores oficiaron de maestros de ceremonia y la dirección artística estuvo a cargo de Ignacio Huang, conocido también por ser el protagonista de la película Un cuento chino. “No incluimos a otras colectividades para que la cultura china esté bien lograda”, destacaron.

Cada vez más masivo. Si bien actualmente el festejo es considerado uno de los más convocantes de la Ciudad, en sus comienzos la comunidad china lo festejaba puertas adentro.

Fue recién en 2010 cuando se puso el primer y pequeño escenario en las calles Arribeños y Olazábal, impulsado por las primeras generaciones de descendientes de inmigrantes chinos que llegaron a la Argentina. “Ese año vinieron dos mil personas; en 2011 fueron treinta mil, y a partir de ahí no paramos de crecer”, recuerda Carlos Lin, uno de los precursores del festejo. Incluso, desde la embajada china afirman que la festividad del Año Nuevo en Buenos Aires “es la de mayor envergadura del continente”.


Un horóscopo ‘argenchino’

Nacido en el país pero con raíces orientales, Gustavo Ng Lorenzo se convirtió en el primer argentino en publicar un libro del horóscopo chino, editado por Atlántida. Hijo de inmigrantes que llegaron a la Argentina en 1954, el escritor, de 54 años, viajó durante más de un lustro por el país de sus ancestros para aprender su historia, su cultura y el arte del zodíaco. “Siempre estuve trabajando en responder quién soy, una mezcla de cultura ‘argenchina’, y el libro tiene que ver con eso: en China, desde chico se aprende a leer sobre las predicciones y los signos”, cuenta.

Para este año, adelanta que el Gallo “busca concretar proyectos y resultados, en el que las cosas se resuelven hacia fuera”, dice.