La crisis universitaria que esta semana mantuvo paralizadas a las 57 universidades nacionales tiene varias aristas: por un lado, lo que refiere a lo salarial. Por el otro, lo presupuestario, con una inflación y un incremento tarifario que complicó el panorama de este año; sumado a las obras proyectadas que debieron suspenderse. En ese contexto, las clases públicas, los abrazos en distintas universidades, las marchas y los mensajes viralizados en redes sociales de las últimas tres semanas son el reflejo de esta situación.
Ayer, el Ministerio de Educación volvió a convocar a los gremios docentes a una nueva reunión paritaria, donde espera alcanzar un acuerdo que levante las medidas de fuerza. Los gremios, que reclaman incrementos entre un 25% y un 30%, esperan que la oferta sea superadora del 15% ofrecido hasta el momento, con el pago a cuenta de un 10,8%.
“Convocamos para hacer el mayor de los esfuerzos posibles, queremos dialogar para llegar a un entendimiento de partes que permita levantar medidas de fuerzas y garantizar que los alumnos estén dentro de las aulas”, dice Pablo Domenichini, director de Desarrollo Universitario del Ministerio de Educación.
El panorama es complejo. Ayer, los alumnos de las 13 facultades de la Universidad de Buenos Aires tuvieron clases públicas en Plaza de Mayo. Las universidades nacionales de San Luis y La Pampa están tomadas. En Córdoba y Rosario hubo marchas masivas, mientras que de norte a sur se organizaron abrazos a los edificios. “El sistema universitario en su conjunto está ante una situación preocupante. Al atraso enorme en lo que refiere a sueldos, se suma que este año las universidades funcionan con un presupuesto desactualizado por la inflación, que complica mantener las becas, comprar libros y pagar la luz. Eso, sumado al recorte de $ 4 mil millones que derivó en la suspensión de obras”, explica Jaime Perczyk, vicepresidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y rector de la Universidad de Hurlingham. Un informe reciente del CIN advierte por esta situación. En ese contexto, los rectores ya elevaron al Gobierno un pedido de presupuesto para 2019 de $ 133 mil millones, aparte del aumento salarial que se acuerde.
Algunas universidades presentan situaciones más complejas. En la Universidad Nacional Arturo Jauretche, el presupuesto actual no les permitió pagar los aguinaldos y anticipan un panorama complicado con los sueldos. “Tenemos una situación compleja porque el presupuesto es insuficiente para la universidad que somos, donde todavía tenemos un crecimiento extraordinario en lo que refiere a cantidad de alumnos. Cuando empezamos, teníamos 3 mil y hoy ya sumamos 20 mil. Eso, sumado a las carreras que se agregan. Pero con el presupuesto que no nos considera universidad nueva, por alumno, estamos un 40% abajo del promedio del sistema”, explica el rector Ernesto Villanueva. “Acá se está construyendo un colegio que no vamos a poder habilitar y también se detuvo la construcción del Instituto de Ingeniería”, agrega.
En la Universidad Nacional del Litoral (UNL) también se frenaron obras proyectadas para este año. Por eso hubo clases públicas, para dar visibilización a la situación. Allí, el paro docente se siente fuerte sobre todo en las escuelas secundarias que dependen de la universidad, donde hace tres semanas no hay clases. “La contingencia de este año es la inflación, por eso necesitamos que el presupuesto del año que viene contemple todo esto, en eso trabajamos con todos los rectores”, dice el rector Enrique Mamarella.
“Cuando empezó el conflicto, algunas universidades tenían retrasos de hasta cinco meses en lo que refiere a gastos. En cuanto a lo salarial, lo importante para nosotros es discutir el 15% que en la última reunión no varió, por eso el paro. El Gobierno tiene que replantearse la situación”, aporta Carlos De Feo, secretario general de Conadu, uno de los seis gremios docentes que el lunes volverán a sentarse a negociar.
Nuevo paro de docentes bonaerenses
Tras un nuevo rechazo a la oferta salarial, los docentes bonaerenses volverán a parar por 72 horas la próxima semana, de martes a jueves. Medida que desde el gobierno de María Eugenia Vidal, calificaron de “descomunal”.
La decisión del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) de retomar las medidas de fuerza se dio tras la última reunión que mantuvieron en la mesa paritaria de este año, donde el gobierno provincial ofreció un 20,7% de incremento salarial a cobrarse en septiembre, que incluye la suma de $ 210 en concepto de material didáctico. Y continuar con la discusión en octubre. “La propuesta fue rechazada porque no se traduce en un aumento salarial real y no prevé la aplicación de la cláusula gatillo, demanda presentada desde el principio de las negociaciones y que cobra especial importancia frente a la creciente inflación desatada en nuestro país”, reza el comunicado del FUDB.
Desde el Gobierno de Vidal señalan que el paro docente es 'descomunal'
Desde el gobierno bonaerense, dijeron que el paro tiene “intencionalidad política” y que por la altura del año es una decisión “descomunal”.
Se complica la situación en los colegios
La situación de conflicto afecta también a los sesenta colegios dependientes de universidades y sus casi 40 mil alumnos, que llevan más de 25 días sin clases. Los padres del Pellegrini y el Nacional, ambos dependientes de la UBA, juntaron 2.250 firmas y escribieron una carta al ministro Alejandro Finocchiaro, pidiendo “una pronta resolución del conflicto salarial, que les permita a los chicos tener clases con normalidad”.
En el Colegio Nacional de Buenos Aires, esta fue la tercera semana con un paro “casi total, del 98%”. “En los colegios, los paros se sienten más porque los docentes, en su mayoría, viven de los salarios. Lo más complicado es que veo muy difícil que lleguemos a recuperar los días perdidos y lo que más me preocupa es la interrupción en la rutina de los estudiantes”, explicó a PERFIL su rector, Gustavo Zorzoli. El jueves, docentes, padres y alumnos hicieron una vigilia y marcha por el fin del conflicto.
En el Carlos Pellegrini, la situación es similar: “Tras el receso invernal, los chicos tuvieron una semana de clases. El paro tiene varios matices, porque los docentes no solo reclaman el aumento salarial, con el que nos solidarizamos, también trabajar en condiciones dignas: en el colegio, las condiciones edilicias están sostenidas por la cooperadora”, dijo Jacquelina Bergenfeld, mamá de una alumna de 2º año.
Los colegios de la UBA extenderán sus ciclos lectivos hasta el 7 de diciembre y los exámenes se tomarán hasta el 31 de ese mes.