SOCIEDAD
Los aos que vivimos en peligro

Xenofobia y terror: la erótica de la crueldad

La violencia se justifica a sí misma para ocultar la pasión del odio que la moviliza. ¿Dónde se dirige el goce sádico en el vínculo social?

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La polaridad terrorista-aterrorizado domina al mundo actual. Desarticularla supone cuestionar a los discursos “anti” que se arrogan la representación de los derechos del hombre. Para enfrentar a las distintas modalidades de xenofobia, racismo y segregación que se producen en el malestar cultural de nuestro tiempo, es necesario denunciar las desmentidas implícitas en esos discursos y políticas.

Este es el punto de partida del ensayo “Xenofobia, terror y violencia. Erótica de la crueldad”, de la doctora en Psicología Mirta Goldstein, que propone descomponer la dupla víctima-victimario, dilucidar la experiencia sobreviviente a los distintos holocaustos y considerar a la “erótica de la crueldad” como el rasgo sobresaliente de la subjetividad del siglo XXI.

Para Goldstein, investigadora del problema del Mal en los lazos sociales, “las características de crueldad y sadismo con que se invisten las imágenes cotidianas adormecen al hombre ante la violencia, sin embargo esas imágenes responden a una erótica que se instituye como moral común, y a una decadencia de los códigos y convenciones que instituían lo prohibido”.

“La erótica capitalista – explica - ha impuesto la concepción de que es posible la plenitud del bienestar y el control sobre el cuerpo. La inteligibilidad de esta cuestión nos la acercan los casos de mujeres que tras varias cirugías estéticas practicadas a edades prematuras, pierden las facciones de su cara y obtienen un rostro deformado cuya expresividad ha sido desdibujada, han perdido el espejo”.

Asimismo, plantea que “la fascinación por la imagen (televisiva, cinematográfica) violenta y ultrajante del pudor, afecta a la subjetividad atravesada por la globalización de la ficción informativa, ficción con pretensión de realidad, y por la seducción del efecto catástrofe”.

Como ejemplo, recuerda la noticia del atentado a las Torres Gemelas del 11 de septiembre y las imágenes que recorrieron el mundo, y lo siguen haciendo en cada aniversario de la tragedia. “ Salvo para las víctimas - aclara - para el resto del mundo el atentado es la imagen del atentado terrorista. La perdida de esa distancia naturaliza la escena y, por lo tanto, al bien y al mal”.