Un cohete no tripulado de SpaceX explotó en tierra el pasado miércoles 3 de marzo, algunos minutos después de realizar lo que parecía ser un vuelo y aterrizaje exitoso. Este fue el tercer error consecutivo del prototipo del cohete Starship, que SpaceX espera enviar algún día a la Luna y a Marte.
“Un magnífico aterrizaje”, comentó SpaceX en el video que transmitió en vivo el vuelo de prueba, pero al pie de la nave se veían llamas que fueron extinguidas por los equipos en el lugar. Pocos minutos después el cohete explotó.
Se trata del prototipo identificado como SN10, el cual despegó a las 23:20 GMT (20:20 de Argentina) desde Boca Chica, Texas. A pesar de la explosión final, la prueba tenía como objetivo alcanzar los 10 kilómetros de altitud, algo que se logró.
En esta ocasión, a diferencia de los dos intentos previos que terminaron en accidentes durante el aterrizaje, los ingenieros no tuvieron demasiados problemas para que Starship regresara a la superficie en "buenas" condiciones.
Por su parte, el presidente ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, sostuvo que la nave servirá para realizar varias actividades, desde poner satélites en órbita a llevar pasajeros alrededor de la Tierra o a destinos como la Luna y Marte.
De hecho, le prometió una excursión a la Luna en 2023 al multimillonario japonés Yusaku Maezawa, quien viajaría en la Starship con otras ocho personas, y abrió un proceso de solicitudes para quien lo quiera acompañar en su aventura.
Los intentos anteriores: SN8 y SN9
La primera prueba de vuelo suborbital a gran altitud que llevó a cabo SpaceX fue en diciembre del año pasado, con el prototipo SN8. Aquella vez, consiguió lograr parte de sus objetivos, aunque no logró aterrizar y se estrelló contra el suelo. Ante ello, el equipo lo consideró un éxito: “Ascenso exitoso, cambio a tanques de cabecera y control preciso de los flaps hasta el punto de aterrizaje”, expresó Musk en su cuenta de Twitter.
A principios de febrero de este año, en el segundo intento, el prototipo SN9 tuvo un final similar al anterior, dado que, tras aproximadamente 7 minutos de vuelo, la nave se hizo pedazos contra el suelo. Sin embargo, para el personal de la empresa aeroespacial el vuelo fue una victoria nuevamente, debido a que les permitió recabar datos y aprender cosas nuevas del proceso.
CFT/FL