Este es el futuro de la música”, dice el cartel que levanta la cantante neoyorquina Amanda Palmer, eufórica. Tiene motivos para reír: recaudó 1.192.793 dólares a través de Kickstarter, una plataforma web de crowdfunding, o financiación masiva. El dinero estaba destinado a pagar los costos de su nuevo disco, libro de arte y gira, pero la chica tendrá que pensar en qué más gastarlo, porque superó con creces sus expectativas. Sus inversores, 24.883 fans, recibirán recompensas que van desde el álbum en formato digital –para quien aportó apenas un dólar– hasta disfrutar de un show de la cantante en el living de su casa (por módicos cinco mil). Palmer logró el sueño de saltear la intermediación y las exigencias de la industria discográfica.