La denominada
"Máquina de
Dios", el acelerador de partículas más poderoso de la historia con el que se comenzó a trabajar
hoy en Ginebra, Suiza, permitirá "completar las teorías de comprensión del universo", señaló la
física María Teresa Dova, quien encabeza la delegación argentina que trabaja en dicho experimento.
Dova, quien dirige a ocho argentinos en Suiza, aseguró que "con este acelerador de protones
pensamos que podemos descubrir algunas de las partículas fundamentales" por lo que
se aspira a "completar las teorías de comprensión del universo".
Los científicos se proponen "estudiar los bloques fundamentales que constituyen la materia"
ya que "se nos permite mirarla muy profundamente" al funcionar como "el microscopio más potente que
jamás nadie haya imaginado", explicó la física a Radio Continental.
Dova desarrolló que "la idea es acelerar protones, que son partículas subatómicas, a
altísimas energías, por un anillo que tiene 27 kilómetros, en un sentido y en otro, hasta hacer que
colisionen".
"Estas partículas generan energías enormes, y al colisionar
se produce una enormísima cantidad de energía en una región muy microscópica, que recrean
partículas, fuerzas e interacciones que no están presentes hoy en el universo", completó.
La construcción del denominado Gran Colisionador de Hadrones (LHC), llamado
el experimento científico más ambicioso de la historia, llevó dos décadas y costó 4.000
millones de euros.
El objetivo, según se planteó, es
reproducir las condiciones que existían inmediatamente después del "Big Bang", la
explosión que dio origen al universo, con la intención de desentrañar los grandes enigmas que
siguen rodeando a la naturaleza de la materia.
Al respecto, Dova sintetizó: "producimos estas interacciones, recreando las condiciones que
existían en ese momento".
Fuente: DyN.