En el buscador o “doodle” de Google puede verse una obra del artista plástico argentino Raúl Soldi, ya que hoy se cumplen 114 años de su nacimiento, el 27 de marzo de 1905, en Capital Federal.
Creció en una familia de gran talento musical, algo que le inculcó el amor por el arte. Su padre, Ángel -nacido en Cremona, Italia-, actuaba en compañías líricas y tocaba el violín en diversas orquestas. Su madre, Celestina Guglielmino -de Pinceto, otra localidad italiana- , también tenía habilidades musicales, e intentó sin éxito que Soldi fuese cantante. “Si supieran la envidia que les tengo a las personas que cantan o tocan un instrumento”, diría él mismo años después.
Inició sus estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes y, luego, viajó al país de sus padres, para formarse en la Academia de Brera, en Milán. Allí, según contó, su maestro Camilo Rapetti lo reprobó en el primer año y casi abandona para siempre, pero siguió esforzándose y, de hecho, logró una gran relación con quien acabó siendo su gran formador. Durante esos cinco años, dibujaba publicidades para poder sustentarse económicamente.
Si bien su trabajo más reconocido es la cúpula del Teatro Colón, ya desde la adolescencia realizaba cuadros a pedido de sus amigos y familiares. A los 16 años, en una visita al pueblo de su mamá, le propusieron retratar la capilla de San Fermín, que data del siglo XI. “Pinté al fresco por primera vez, con mucha adrenalina, sobre su portal, la imagen del santo”, detalló Soldi sobre aquel suceso que lo marcó a fuego.
Soldi tiene algunas de sus obras más famosas en la Iglesia Santa Ana de Glew y en la Fundación Favaloro, en donde exhibió un mosaico gigantesco.
En 1933 regresó a Buenos Aires y presentó un cuadro en el Salón Nacional, que fue rechazado pero recibió buenas críticas de Lino Spilimbergo, un icónico artista argentino: “¿Cómo han rechazado este cuadro, si es muy bueno?”, habría dicho. En 1940 recibió una beca para estudiar escenografía en Estados Unidos y, en prácticas que le encargaron, conoció a la mujer de su vida, Estela Gaitán, con quien tuvo dos hijos.
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Al regresar al país mandó sus trabajos a salones nacionales y provinciales, y allí comenzó su máximo punto de fama, con premios y reconocimientos en el Salón de Bellas Artes, entre otros. Falleció en Buenos Aires, el 21 de abril de 1994, a los 89 años.
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