Será una cogestión entre la Municipalidad de Córdoba y 22 organizaciones comunitarias. Funcionará como un Centro Cultural y le demandó al municipio 30 millones de pesos.
90 AÑOS. Las refacciones realizadas en el edificio de La Piojera, Colón 1559, respetaron forma, color, diseño y la materialidad original. |
Fino Pizarro
Con un componente muy inusual vinculado a la alta participación de la sociedad civil, el Centro Cultural será el primero en depender de la Dirección de Cultura Comunitaria y estará a cargo de Diego Pigini.
“Hace dos años venimos dialogando con las organizaciones y vecinos de Alberdi por una demanda que surge desde las organizaciones de tener una gestión mixta. Entonces conformamos un ‘Espacio de Cogestión y Participación Comunitaria’ que nuclea a 22 organizaciones como el Centro Vecinal Alberdi, Alto Alberdi, Villa Páez, Club Belgrano, el Cole Carbó, el Manuel Belgrano, la Universidad Nacional y el Instituto de Culturas Aborígenes, por nombrar algunas”, detalla Pigini.
Tras la apertura, el equipo de trabajo se aboca a pensar qué modelo de gestión es el ideal para el lugar, respetando las necesidades del barrio y asegurando la más amplia y diversa participación. “A partir de ahora tenemos seis meses para que organizaciones y municipio elaboren la mejor manera de llevar a adelante este Centro”, señala.
—¿Cuál es el conflicto que hay con la multisectorial Defendamos Alberdi?
—No es una multisectorial, lo era hace tiempo pero ahora ha quedado un grupo muy reducido. El problema es que los primeros dos años que trabajamos tuvieron acciones muy poco democráticas y situaciones agresivas; entonces disolvimos ese espacio para crear uno nuevo con todas estas organizaciones.
—Pero ellos presentaron un proyecto de gestión popular...
–Lo que pasa es que nosotros venimos trabajando en conjunto; acá se discute colectivamente, no presentando proyectos. Y hemos tenido que interrumpir un proceso muy bueno en producción de contenidos por esas actitudes a fin del año pasado.
La programación. Con un debut cargado de actividades y una sala con capacidad para 320 espectadores, este martes 26 estrena –en el marco de la semana de la memoria– La casa de Argüello, una película de Valentina Llorens. El miércoles 27 inicia un ciclo propuesto por la murga de Alberdi: Los barrios tienen memoria y el jueves 28 se proyectará el documental Madres.
El viernes 29 está prevista la obra de teatro Diría nadie, un unipersonal de Alejandra Toledo basado en textos de María Teresa Andruetto. El sábado 30 habrá un festival que replicará el festival de apertura, con una lógica de artistas locales, pero sólo de voces femeninas.
