TURISMO
Hospedaje retro

La Terminal TWA, que hizo famosa Tom Hanks, ya es un hotel de lujo

Luego de que el director filmara la película Atrápame si puedes, el lugar quedó abandonado. Una cadena hotelera lo rescató y tras invertir US$ 265 la reabrió como alojamiento.

Terminal de TransWorld Airlines
Es patrimonio histórico de la ciudad de Nueva York. | Deutsche Presse Agentur

La escena parecía sacada de una película retro de los años sesenta. Disfrazados de azafatas y pilotos de avión, cientos de invitados protagonizaban casi un musical en la terminal de la aerolínea TWA en el aeropuerto JFK de Nueva York. Sin embargo, no era un filme de Hollywood ni los presentes eran actores, sino invitados a la inauguración de un nuevo hotel de lujo, logrado a partir de la reconversión de la terminal.

Cuando fue inaugurada en 1962, diseñada por el arquitecto finlandés Eero Saarinen, se la consideró una joya arquitectónica. Sus dos grandes alas de cemento siguen siendo tema de doctorados y estudios por su diseño de curvas. Pero estuvo años abandonada. Saltó nuevamente a la fama cuando Steven Spielberg la eligió en 2002 para filmar allí 'Atrápame si puedes (Catch me if you can)', protagonizada por Tom Hanks y Leonardo di Caprio. Y entonces su suerte cambió.

 

Cuando fue inaugurada en 1962, diseñada por el arquitecto finlandés Eero Saarinen, se la consideró una joya arquitectónica.

 

¿Cómo sería estar en un bar en un avión original de 1958? ¿Y en una pileta con vista a las pistas de despegue y aterrizaje? En la ex terminal de la desaparecida aerolínea Trans World Airlines (TWA) todo esto es posible. Los invitados a la noche inaugural pudieron pasar la noche en las instalaciones, pero a partir de ahora, los huéspedes deberán pagar desde US$ 199 la noche en la terminal, para quedarse.

Su arquitecto dijo alguna vez que “la mayor parte de la gente está ciega (...). Si uno es demasiado sutil con la arquitectura, la gente entra, da una vuelta y ni nota la diferencia”, observó. En realidad esta terminal ya era antigua cuando fue inaugurada, al menos desde el punto de vista de su funcionalidad, ya que incluso mientras estaba siendo construida comenzaron a utilizarse grandes aviones tipo Jumbo (Boeing 747) que sobrepasaban las capacidades de la terminal.

 

Esta terminal ya era antigua cuando fue inaugurada

¿Qué se hizo entonces? Se le agregaron partes. Saarinen no llegó a verlo, porque murió en 1961, cuando el aeropuerto aún se llamaba Idlewild Airport y era bastante más pequeño. Alrededor de la terminal no había más que campos desiertos.

En 2001, tras la quiebra de la aerolínea TWA, la terminal fue cerrada y permaneció casi 16 años vacía, juntando polvo y viniéndose abajo, mientras el aeropuerto que la circundaba iba creciendo. Actualmente el edificio está casi aplastado entre la terminal 5, el tren Airtrain y las calles llenas de tránsito.

Hoy, por el JFK (John F. Kennedy) circulan más de 56 millones de personas al año y es uno de los aeropuertos más activos de todo Estados Unidos. Hace poco el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que era una “joya de la corona de la aviación”.

Poco después del rodaje de Spielberg, la terminal fue declarada patrimonio histórico. Las inversiones no se hicieron esperar. El grupo hotelero MCR renovó todo el predio con US$ 265 millones y quedó casi como la original.

Alrededor del edificio hay dos torres con 512 habitaciones y un centro de conferencias. La terminal propiamente dicha se convirtió en un lobby con más de 12 restaurantes y bares que se encuentran, en parte, donde solían estar los  mostradores para el check-in. ”Desde el momento en que los huéspedes e invitados llegan al hotel TWA se encuentran con la atmósfera de la cultura acaudalada de 1962, con la arquitectura, los sonidos y el ambiente típico”, sostiene el director de MCR, Tyler Morse.

Que haya un hotel en un aeropuerto no es nada nuevo, comenta la revista “Forbes”. Es difícil hallar algo llamativo en el mundo de la hotelería de este tipo, continúa. Sin embargo, la antigua terminal de TWA “es un hotel de aeropuerto que incluso se ha convertido en un destino al que vale la pena viajar”, comenta la revista.

* Christina Horsten (Deutsche Presse Agentur) y M. M.