Seguramente estuvo en Kissimmee y no se dio cuenta. Está 36 minutos al sur de Orlando, en la península de Florida, en los Everglades, una zona de pantanos. Incluso Animal Kingdom, el parque temático que Disney le dedica al reino salvaje, está en Kissimmee… es una ciudad dentro del condado de Osceola que alguna vez tuvo un ADN aborigen, pero a la que solo los mapas le ponen nombre: en la vida cotidiana fluye con su entorno.
Desde luego, en este universo verde de juncos y cañaverales, los caimanes y todas sus variantes, incluso el Lagarto Juancho, son ciudadanos de Kissimmee. Por eso, todo este mundo acuático puede recorrerse de lejos, en globo a 200 metros de altura, o mejor aún yendo directo a la boca del peligro, pasándoles bien de cerca abordo de un hidrodeslizador o simplemente en canoa (siempre recuerde no sacar los brazos de la embarcación…por las dudas). Es bueno que sepa que todo Kissimmee está pensado como un destino inclusivo: hay una tirolesa accesible para sillas de ruedas; se llama Gator Gauntlet y sobrevuela estos lindos animalitos a 48 km/h.
RADIO PERFIL | Kissimmee: universo verde de juncos y cañaverales, por Mónica Martin
Se acerca Halloween y ya se habrá dado cuenta de que los peligros que no tienen, en Kissimmee se los inventan. En Old Town, un parque de diversiones que parece freezado en el tiempo, hay una atracción que incluye una casa embrujada y… ¡un simulador de entierro! Si pensó que por ser argentino ya conocía todo sobre la vida al borde del abismo, se equivocó, porque aquí lo invitarán a ponerse cómodo dentro de un ataúd y lo encerrarán en la oscuridad total, mientras se encargarán de que escuche, huela y sienta el terror de ser enterrado en vida.
En Universal Studios festejarán Halloween hasta el 2 de noviembre, con 10 laberintos escalofriantes y la casa desquiciada de Stranger Things, en la que podrá hablar con las paredes, como Wynona Ryder, y por supuesto nadie le creerá cuando lo cuente. Magic Kindom también se vestirá de naranja, pero la diversión será menos espeluznante: habrá saludos, abrazos de Minnie y Mickey, fuegos artificiales y trick-or-treating en todas partes.
Cuando recupere el aliento y el ritmo cardíaco, podría recorrer Celebration en bicicleta, el barrio en donde viven los ejecutivos que trabajan en los parques temáticos. Salió también de la cabeza de Walt Disney que lo pensó como una mini Estados Unidos, con un master plan que reproduce el estilo y la arquitectura de varias ciudades icónicas de su país.
¿Y eso es todo? Nooo! Porque debería festejar el Oktoberfest escuchando música en vivo frente al lago de Celebration y viendo cómo las hojas de otoño cambian de color y caen, todo en una misma noche. Y al día siguiente ir con la familia a Partin Ranch, también en el condado de Osceola, para pasear como granjero en la cima de un carro de heno y perderse en un laberinto de maíz.
Y quedó taaanto afuera, que no hay que perder tiempo, porque octubre está cerca y lo mejor siempre es ir, conocer y volver para contarlo.
