César Milani participó de una conferencia de prensa virtual organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación del Grupo Perfil y la Universidad del Salvador (USAL), en la que se refirió a los juicios que enfrentó por denuncias de violación a los derechos humanos durante la dictadura. “Fue cuando se hizo cargo el gobierno de Macri, ya venía todo armado: sectores de la oposición, sectores mediáticos y sectores judiciales, con apoyo de algunos sectores de la Secretaría de Inteligencia”, sostuvo.
Por otra parte, el exjefe del Ejército dijo que es “calamitosa” la situación presupuestaria de las Fuerzas Armadas y advirtió que en una parte de los uniformados prevalece una mirada antiperonista. “Hay que volver al Ejército defendiendo al pueblo, pero es muy difícil volver a concientizar a las Fuerzas Armadas. Hay rangos altos del Ejército que prefieren ir al día de la Independencia de Estados Unidos. Les gusta más eso que el 25 de Mayo o el 9 de Julio”, aseguró Milani en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Por qué cree que usted tuvo tantas denuncias por violaciones a los Derechos Humanos?
—Cuando asumí como jefe del Ejército di un discurso y me denunciaron porque dije que el Ejército debe ser nacional y popular, como lo sigo creyendo ahora. A partir de ese momento, hubo más de cuarenta tapas de los medios hegemónicos, cientos de artículos y programas de televisión, la mayoría difamatorios, calumniosos sobre mi persona. Me dijeron de todo, desde genocida a todo lo que se puedan imaginar. Fue cuando se hizo cargo el gobierno de Macri, ya venía todo armado: sectores de la oposición, sectores mediáticos y sectores judiciales, con apoyo de algunos sectores de la Secretaría de Inteligencia. Fui procesado, imputado y en 2017 me dictaron la prisión preventiva. Estaba todo el aparato macrista, hablo de la AFI, hablo de Bullrich, del secretario de Derechos Humanos, del ministro de Justicia y de algunos operadores del oficialismo en su momento, como la Carrió y Bullrich. Fui detenido, fui espiado en mis comunicaciones telefónicas. También a mi familia, mis abogados y espiaban a los jueces. A pesar de todo esto, fui a juicio, que duró 8 meses con más de trescientos testigos y en los juicios dos fui absuelto.
—¿Nunca supo si hubo violaciones de Derechos Humanos durante la última dictadura?
—Yo era subteniente, tenía 21 años. En ningún momento me acusan por secuestro, ni torturas. Los subtenientes teníamos funciones ejecutivas dentro de los cuarteles. Los que tenían funciones de otro tipo, que hacían a la violación de los derechos humanos y que hoy conocemos como secuestro, torturas, desapariciones, eran gente de mucha mayor antigüedad y perteneciente a un área determinada. Si ustedes me preguntan si yo vi a alguna violación a los derechos humanos digo que no, por supuesto que no, como los subtenientes que estaban conmigo en La Rioja tampoco lo vieron. Pero durante cuarenta años no sufrí ninguna denuncia y siempre estuve dentro del Ejército. Recién cuando fui jefe del Ejército se produjo todo esto.
—Usted dice que el Ejército debe ser nacional y popular. ¿Qué piensan en el Ejército sobre el peronismo?
—Bueno, ese es un problema. Porque el Ejército viene con un proceso de muchos golpes de Estado muy sangrientos. Empezando por el 55, donde se fusiló, se bombardeó Plaza de Mayo y se proscribió a un partido político. Estos procesos y todos estos golpes sucesivos, que han ocurrido durante tantos años, fueron producto de la intervención del Ejército en beneficio de sectores minoritarios liberales y conservadores. Y eso caló profundamente en mucha gente del Ejército, hoy en día retirada y con grados altos. En el Ejército hace falta volver a las fuentes, a nuestras fuentes. Volver al Ejército nacional que se construyó con los caudillos federales, que se construyó defendiendo a la Patria, defendiendo al pueblo argentino. Pero en un momento determinado interviene Estados Unidos y hay una guerra de Este-Oeste, la Guerra Fría, y el Ejército se da vuelta y empieza a actuar en el interior del pueblo argentino, empieza a actuar como Policía, o como Fuerza de Seguridad, haciendo inteligencia sobre sectores populares. Hay que volver al Ejército defendiendo al pueblo, pero es muy difícil volver a concientizar a las Fuerzas Armadas. Hay rangos altos del Ejército que prefieren ir al día de la Independencia de Estados Unidos. Les gusta más eso que el 25 de Mayo o el 9 de Julio. No estoy diciendo que todo el Ejército sea así, pero hay sectores fuertes del Ejército que han pensado eso.
—¿Y qué piensa el Ejército sobre el kirchnerismo?
—Yo creo que el Ejército tiene sectores, especialmente en los grados altos y retirados, que tienen un sentir antipopulista y antiperonista, porque al peronismo lo identifican con el populismo. No estamos hablando acá del kirchnerismo, estamos hablando de los grandes movimientos nacionales. Podemos discutir muchas cosas sobre el presente político, lo que no podemos discutir es que el Movimiento Nacional Justicialista fue uno de los movimientos nacionales y políticos más importantes de Latinoamérica y, por supuesto, en Argentina. Así que, contra estos sectores nacionales y populares hay muchos sectores del Ejército que lo miran con antipatía.
—¿Jaime Stiuso estuvo detrás del robo que usted sufrió en marzo?
—No. Stiuso estuvo detrás de otras cosas contra mí. Hubo sectores de Inteligencia que eran funcionarios del anterior gobierno y que operaron en connivencia con los grandes medios hegemónicos. Por supuesto detrás de esto no le quepa la menor duda, yo tengo algunos indicios muy fuertes, de que estaba la embajada de Estados Unidos. No me cabe duda, porque aparte me mandaron algunos mensajes de la embajada de Estados Unidos, donde me manifestaban que este accionar mío, hablando de los sectores nacionales, de un proyecto nacional eran parecidos a lo que estaba pasando en Venezuela. La cuestión es que nosotros no somos Venezuela y yo no soy Chávez.
—Usted dijo que Jorge Rendo de Clarín le propuso colaboración a fin de que se terminaran las persecuciones políticas y judiciales. ¿Puede comentar nuevos detalles sobre esa reunión?
—Clarín actúa así. Clarín y Nación actúan así. Concretamente, a mí me dijeron que si yo colaboraba con ellos como lo hacían otros sectores, por ejemplo, me mencionaron a Stiuso, que si colaboraban con ellos se iban a acabar mis problemas políticos, mediáticos y judiciales. Por su puesto, yo les dije que estaban muy equivocados que yo era jefe del Ejército, tenía en principio una responsabilidad institucional y aparte una lealtad hacia la presidenta de la Nación. Y se terminó la reunión. Eso fue en el año 2013, quizás si otra hubiese sido mi actitud, otra hubiese sido mi suerte.
—¿Por qué no denunció antes este ofrecimiento?
—En su momento, lo hice saber ante las autoridades que correspondían y cuando dejé de estar en el Ejército lo hice saber a la prensa. Y después lo hice conocer en el año 2019 a los dos Tribunales Orales y Federales. Pero bueno esto es una cuestión más de todo este eslabón que yo estoy mencionando. Ahora les puedo asegurar que ninguno de los medios hegemónicos me entrevistaron. Tampoco Perfil, les quiero comentar, pero no importa. Mucho menos nunca publicaron la fabulosa recuperación de capacidad de reequipamiento que se hizo en el Ejército en mi gestión y que todavía hoy la siguen aprovechando. Porque, por ejemplo, equipamiento individual no se volvió a comprar, desde hace diez años. De eso nadie se enteró. Por eso los ataques terminaron cuando terminó la mentira.
—Vamos a publicar esta entrevista en Perfil.
—Me alegro. Y me gustaría que algún día me pregunten, sobre el cambio que se originó en las Fuerzas Armadas, en particular, en el Ejército. Cómo encontré el Ejército y cómo me fui del Ejército. Y todo lo que se había logrado, empezó a decaer de una forma espantosa. No solamente se vendieron terrenos, instalaciones militares, se disolvieron unidades y muchos de ellos con fines económicos, con fines inmobiliarios. Se dejó de reequipar a las Fuerzas Armadas, esto es lo que nadie cuenta. Quieren unas Fuerzas Armadas que salga con el camión cuando hay una catástrofe o una pandemia, pero que no tenga más que esa capacidad. Y, por supuesto, que vayan a la Rural a desfilar con el Regimiento de Granaderos. Eso les gusta.
—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y lo invitamos de cerrar el reportaje con un comentario final que usted quiera realizar.
—El pueblo argentino debe entender que las Fuerzas Armadas deben estar al servicio del pueblo y apoyando un proyecto de Nación, que tengan mucho que ver con nuestros orígenes, con el volver a las fuentes. No estoy en condiciones de decir en este momento como están las Fuerzas Armadas, pero sí en condiciones de decirles que quieren que las Fuerzas Armadas pasen desapercibidas. Hace cuarenta años que están sin equipamiento, están muy mal equipadas, la situación de las Fuerzas Armadas es calamitosa. Se agravó profundamente del 2015 al 2019. Hay que darle un golpe de timón muy fuerte para que puedan salir adelante y puedan estar en condiciones. Nosotros tenemos que tener capacidad de disuasión frente a otras potencias, en esto estamos bastante mal. Creo que es importante que el pueblo argentino entienda esto, más allá de las ideologías.
Por Deborah Pastrana, Melody Acosta Rizza y Liliana Zacaríaz
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil-USAL