Margarita Stolbizer participó de una conferencia de prensa virtual organizada por estudiantes de Periodismo de Perfil, en la que reconoció que comenzó a dialogar con la ex gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y con el ex ministro del Interior, Florencio Randazzo, para la construcción de un espacio político. “Somos muchos los que estamos ubicados fuera de la grieta”, aseguró.
La ex diputada y presidenta del partido GEN también se refirió a los fundamentos en la causa de lavado de dinero en la que se investiga a Lázaro Báez y analizó el futuro de otros procesos judiciales vinculados a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “No podría haber lavado toda esa fortuna millonaria Lázaro Báez y ese otro conjunto de personas, si no hubiera existido como precedente las irregularidades en la adjudicación de la obra pública, los sobreprecios, las facturaciones truchas”, dijo Stolbizer en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—Usted siempre trabajó por la construcción de una tercera vía. ¿Es posible hoy una alternativa que vaya por afuera de la grieta?
—Es un espacio que existe, hay un conjunto de ideas, principios y valores que no son expresadas por los extremos de la grieta. Por lo tanto, en términos de líneas o espacio de pensamiento, no hay dudas de que eso está. En términos concretos, también eso existe, porque somos muchos los que estamos ubicados por fuera de la grieta. Distinto es si nosotros trasladamos la pregunta o la respuesta al plano de lo electoral. Si yo tengo que responder si eso es viable electoralmente, ya empiezo a poner en duda la existencia o la viabilidad de ese espacio, que yo creo que tiene mucho potencial. Pero lo que venimos viendo elección tras elección, es que de alguna manera la grieta, se termina comiendo muchos votantes. Muchos votantes que hoy están descontentos con los extremos de la grieta, con las coaliciones que las expresan de ambos lados, después cuando llega el momento del voto terminan eligiendo entre algunos de ellos.
—Respecto al fallo que terminó por condenar a Lázaro Báez, ¿considera que este caso podría sentar un precedente en la Justicia?
—Hace unas semanas atrás se había conocido la condena y los años que le correspondían. Pero lo que se conoció ahora, son los fundamentos de esa condena. Son sumamente claros y por eso creo que sirven, no solamente de precedente, sino que son muy contundentes en reconocer que el delito del lavado de dinero por el que se imputa y se condena a Lázaro Báez junto a otras personas, tienen su origen en delitos precedentes que son los relacionados con la corrupción. No podría haber lavado toda esa fortuna millonaria Lázaro Báez y ese otro conjunto de personas, si no hubiera existido como precedente las irregularidades en la adjudicación de la obra pública, los sobreprecios, las facturaciones truchas. En definitiva, el delito del lavado de dinero, que es a lo que se refiere esta causa, es limpiar plata que viene de origen sucio. Por eso, siempre hace falta un delito previo que genere plata sucia y que a través de las operaciones de lavado se pueda distraer y alejar el dinero de ese origen ilegal. En este caso, se comprobaron muchas transferencias de dólares al exterior, compra de inmuebles, tanto acá como en el exterior; que son típicas operaciones de lavado de dinero.
—¿Qué piensa de las causas que involucran a Cristina Kirchner?
—La familia Kirchner está involucrada en dos causas que también son por lavado de dinero. Cuando me refiero al delito precedente, me refiero a otras: concretamente la que se denomina Causa Vialidad, que se está investigando en un juicio que se está sustanciando la adjudicación irregular de las obras públicas. Ese es uno de los delitos precedentes que es lo que demuestra que Lázaro Báez llega a tener esa fortuna que después lava, porque de manera irregular se le adjudicaban las obras públicas, sobre todo en la provincia de Santa Cruz. El recibió más del 80 por ciento de la totalidad de las obras públicas en esa provincia, en muchos casos con adjudicaciones directas, sin control sobre la ejecución de la obra. Y después hay otra causa, muy fuerte, muy importante, que es la Causa de los Cuadernos, que muchos intentaron descalificarla o minimizarla llamándola "la causa de las fotocopia”. Yo creo que es una causa que se debiera llamar de los arrepentidos porque lo más fuerte que tiene la causa es que los propios involucrados en el pago de las coimas, confiesan el hecho. Esa causa es muy importante y es por eso que muchas veces han apuntado contra ella para tratar de desbaratarla, porque demuestra, insisto por el reconocimiento que hacen los propios imputados, quiénes pagaban, cuánto pagaron, dónde llevaban la plata, a quién se la entregaban, quién la recibía. Es una causa muy importante, que tiene muchísimos imputados, en la que también está la señora de Kirchner.
—¿Cómo cree que van a terminar esas causas?
—Las causas tienen pruebas que son contundentes, los delitos se cometieron. Las pruebas están y por lo tanto todo eso debería terminar obviamente en una decisión de condena. Ahora, el criterio o mirada objetiva que yo aporto en esto, tiene que ver no solo con esta causa y con este tiempo, sino con el problema de cómo funciona la administración de Justicia en Argentina. Sabemos que los procesos tienen un promedio de duración, algunos dicen, de 14 años y otros de más de veinte años. Carlos Menem murió sin que se pudieran haber terminado ninguna de las causas iniciadas hace más de dos décadas. Hace poco se conoció la noticia de que iba a comenzar el juicio oral a Romina Picolotti por actos de corrupción de hace 15 años. Entonces, respecto a estas causas, yo no tengo dudas de que los elementos que tiene llevan a una condena. Pero no sé cuánto tiempo llevará.
—Sergio Massa hizo una coalición con usted y se enfrentó a parte del oficialismo que ahora integra. ¿Usted cómo lo definiría a Massa?
—Sergio Massa volvió al lugar de donde salió porque hizo conmigo un acuerdo electoral en el año 2017, que fue una alianza estrictamente electoral y para ese momento. Pero él había formado parte del gobierno de Cristina Fernández y luego la enfrentó en el 2013, luego en el 2015 y en el 2017, cuando fue conmigo. Pero los resultados electorales que él pretendía, no fueron los que buscaba. En 2019 volvió al kirchnerismo y ahora forma parte del actual gobierno. No puedo decir más que esto. Él es un elemento importante dentro de la coalición de Gobierno. Yo obviamente, pertenezco al espacio de la oposición.
—¿Qué opina del manejo de la pandemia que ha tenido el Gobierno?
—Tengo una mirada bastante crítica. Teníamos un Presidente en marzo del año pasado, que era fuerte y se demostraba en lo que había sido esta conducción de las medidas en el inicio de la pandemia. Siempre creo que el diálogo fortalece y no debilita, pero lamentablemente, no es eso lo que rige como norma general. Lo otro que nos mostraba era un presidente fuerte y sobre todo creíble. Luego se perdió ese comité científico técnico. Se perdió el marco de diálogo. Pero yo hago el foco de mi crítica en la gestión de las vacunas, porque se demoró mucho en negociar la compra de vacunas, mientras que otros países lo hacían en forma adelantada y hoy tienen más. Argentina tardó, nunca hubo información y transparencia sobre a quién se contrataba, porqué a ese, de qué manera y qué contrato se estaba firmando y en qué forma se estaba pagando. Y creo que el impacto más grande que hemos tenido son los problemas de la economía. Tenemos un ministro de Economía que es una persona que está muy bien formada pero está dedicada de lleno al tema de la negociación de la deuda. Seguramente es importante, pero no hemos tenido un equipo técnico-económico cuando lo que más está en riesgo es el empleo.
—Usted se ha expresado positivamente sobre María Eugenia Vidal y sobre Florencio Randazzo. ¿Está pensando en una alianza electoral con ellos?
—No estoy tan preocupada en lo electoral de este año, sino que me interesa mucho más formar parte de un proyecto alternativo para la Argentina en el 2023. He conversado con María Eugenia Vidal y me parece que es una persona que está con los pies muy sobre la tierra, es muy realista sobre todos los problemas que hay y es muy consciente de qué tipo de coalición hay que conformar para ese proyecto de país. También he conversado con Florencio Randazzo y me parece que él forma parte de estos cuadros políticos que hay que tener en cuenta pensando en un proyecto de la Argentina. En Argentina las coaliciones se arman solo para ganar elecciones y no se preparan ni para gobernar ni para transformar, por eso fracasan. Eso fue lo que pasó con (Mauricio) Macri y Juntos por el Cambio, una coalición muy exitosa en lo electoral, de hecho ganaron en el 2015 y 2017, pero no les fue bien porque no se prepararon, no supieron ser convocantes. Hablo con Vidal y con Randazzo porque están pensando a futuro y creo que eso es lo que hace falta en Argentina.
—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final que quiera hacer.
—Muchas gracias por la convocatoria. Me parece sumamente alentador encontrar este tipo de espacios, porque es bueno para los estudiantes tener acceso a la conversación de este tipo, pero también les puedo asegurar que para nosotros son prácticas muy necesarias y útiles. Así que yo me siento agradecida. Y también creo que este, como otros ámbitos donde se construye un ámbito de diálogo y respeto, tenemos que entender siempre lo importante y lo rico que es escuchar opiniones diversas. Muchas veces se cree que la diversidad y la diferencia nos debilita, pero es lo contrario. Creo que hay que encontrar la riqueza de la diversidad. Imagino que lo que en las clases realizan eso: escuchar distintas líneas de pensamiento, sobre todo desde el espacio del periodista. Y es muy importante para poder hacer después su trabajo de análisis de lo que han escuchado.
Por Romina Ledesma, Erica Cardaci y Mariana Coria
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Escuela de Comunicación