María del Carmen Verdú participó del Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación. Se recibió de abogada en 1983 y, sin planearlo, se involucró en casos de muertes en comisarías y cárceles, gatillo fácil y detenciones arbitrarias. Ese camino la llevó a fundar la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), donde logró ganarse el apodo de "Doctora odio", de parte de las fuerzas de seguridad. Ante los estudiantes de Periodismo de Editorial Perfil, Verdú criticó fuertemente al accionar del Gobierno en temas de seguridad.
-¿Cómo cambió la actitud de los distintos gobiernos respecto a la represión estatal?
-La actitud es siempre la misma. En un gobierno progresista, que pretende pasar a la historia identificado por la lucha de los Derechos Humanos, hay menos represión pero más uso de herramientas menos visibles como llamamos a la "tercerización" de la represión, en auge durante kirchnerismo. Ahora, si se pretende pasar a la historia diciendo que hay que meter tiros por la espalda, como Ruckauf, o aplaudiendo a Chocobar como a un héroe, el discurso será más transparente. La represión como herramienta está presente en cualquier gobierno que administra una sociedad dividida en clases. En CORREPI tenemos una recopilación de casi 30 años de trabajo, donde sistematizamos aquellos casos que terminan en muerte y siempre coinciden con picos de crisis socioeconómicas del país.
-¿Crecieron durante el macrismo los casos de gatillo fácil, detención arbitraria y torturas?
-Con el macrismo crecieron los casos de gatillo fácil de manera exponencial. La desaparición y posterior muerte de Santiago Maldonado, el fusilamiento de Rafael Nahuel, el asesinato por la espalda de Juan Pablo Kukoc por Chocobar, sumado al discurso de la primera línea del Gobierno sobre esos hechos, se enmarca en lo que Patricia Bullrich definió en una conferencia de prensa como su "nueva doctrina". Esto implica la instalación de un Estado de excepción con suspensión de derechos y de garantías en nuestro país. Queda en evidencia que las directivas que reciben las fuerzas desde el Ejecutivo son de tirar en cualquier circunstancia, además de profundizar las detenciones arbitrarias al máximo y militarizar más los barrios. Al kirchnerismo le tomó casi diez años pasar de una muerte cada 30 horas, a una cada 28. A Macri y a todos los gobernadores les llevó apenas 23 meses pasar de una muerte cada 28 horas, a una cada 23.
-¿Cómo ve la lucha que plantea María Eugenia Vidal contra las mafias y la limpieza de la Policía Bonaerense?
-Que empiece por dónde tiene que empezar, por la Policía. Lo que veo es que cada vez que se desbarata una banda importante de narcotraficantes hay un milico en el medio. Donde quieras que rasques salta un botón, policía, gendarme, prefecto, policía de seguridad aeroportuaria o militares. El escándalo más grande de narcotráfico que hubo en la Provincia de Buenos Aires involucró a una banda compuesta por cuatro fuerzas distintas, incluida la Policía de Santa Fe. Además, intervino el Servicio Penitenciario sacando a un preso que, según los papeles estaba en la cárcel, porque era el cocinero que habían contratado para hacer la mezcla de la cocaína que producían. No tenemos duda de que es el aparato represivo estatal es el que dirige y administra el crimen organizado en la Argentina y eso vale para narcotráfico, piratas del asfalto o para los que cortan autos.
-¿Qué opinión tiene sobre el proyecto de legalización de la marihuana que se debate hace varios años?
-Hay que definir como instrumentarla, pero lo que no merece la menor discusión es la despenalización. No combatís al narcotráfico persiguiendo al tipo que consume, ni siquiera en el caso de drogas duras que es un problema asistencial. Aún hoy tener un porro en el bolsillo habilita el inicio de una causa penal federal. El 99% de esas causas terminan con un cursito en el SEDRONAR y archivan la causa. Sin embargo, la Policía u otras fuerzas están habilitadas para detenerte.
Adriana Vanoli, Gustavo Duarte, Telma Romero y Lucía Ciuffardi
(Alumnos de Primer año de Periodismo-Escuela de Comunicación de Editorial Perfil)