Este sábado 14 de mayo se estrena en el Teatro Picadero una obra que promete mucho: Laponia, protagonizada por Jorge Suárez, Laura Oliva, Héctor Díaz, y Paula Ransenberg dirigidos por Nelson Valente. El texto de Cristina Clemente y Marc Angelet se mete por el lado de la comedia en el debate sobre si se debe educar a los hijos fomentando la existencia de la magia o bien si es preferible dejar la imaginación a un lado para evitar que vivan una mentira.
En conversación telefónica con Suárez, el querido actor reconoce que lo primero que le pasó cuando leyó la pieza fue que lo "conmovió muchísimo. Me pareció una comedia que estaba necesitando hacer. Tienen un sentir profundo por debajo. Personalmente pienso en la necesidad de no perder la ilusión, la magia, no abandonarla a pesar de todo, seguir siendo en niño en un rinconcito un niño. Me parece que coincide con algo que nos pasa a los argentinos la sensación de que podamos seguir creyendo pese al golpe inicial". Y agrega que también le atrajo que el productor Sebastián Blutrach, "que se juegue por este tipo de materiales en la cartelera. Además de que tiene un elenco brillante, de probada trayectoria y una gran claridad en lo que hacen". Con funciones viernes y sábados a las 22.15 y domingos a las 20.30, ya están haciendo los últimos ajustes de la propuesta.
La ilusión ante todo
En esta propuesta compone a un "finlandés casado con un argentina y con una hija que recibe a la familia de la mujer pues quieren llevar a su hijo a pasar la Nochebuena en familia y para que conozca los renos y el paisaje donde nació la leyenda de Papá Noel, Laponia. Es un lugar muy helado. Para mi es un personaje difícil de entender porque es un hombre muy concreto, no cree en las mentiras. Está en la otra punta con respecto a mi. Creo en Dios y Olav no; creo en las ilusiones y en lo mágico de la vida, y me encanta hacer este personaje, me parece tan atractivo hacer alguien tan lejano, porque me brinda una sensación extraordinaria para el juego, me permite jugar de verdad. Además es muy divertido que se dé este choque cultural de costumbre y de sensaciones tan extrañas. Para un actor es muy divertido, es muy conmovedor", revela.
Consultado sobre su postura personal ante la temática de la obra, si elige a Papá Noel o mencionar a los padres, Suárez aclara que su "postura en la vida es que sigamos intentando que los niños tengan esa ilusión acerca de quién te trae los regalos, que se divierta un rato y tengan una noche encantadora. Personalmente me he disfrazado muchas veces, tengo dos hijos, Agustín de 29 que es actor y la de 20 que estudia una carrera, y muchas veces cuando eran chicos me ha tocado vestirme de Santa Claus o acompañar el disfraz de otro".
- VivoPerfil: Da la sensación de que, pese a que también ha trabajado en cine y en TV, el teatro es su lugar.
- Jorge Suárez: Sí, el teatro es mi lugar en el mundo, es muy importante en mi vida. Como diría Freud (a quien también interpretó), es la mitad de todo lo que hago: una mitad es el oficio, el deseo de lo que uno eligió, y la otra mitad son los sentimientos, el mundo afectivo y lo que cada uno entienda como afecto. Cumplo con esta midad muy por arriba de lo que pensé a los 16 años cuando me subí a un escenario y descrubrí la actuación. En ese momento me encontré conmigo, fue algo mágico. Después, lo que pasa en la vida es intentar elegir dentro de todo lo que puede hacer en la cerra de un actor, llegar al otro y poder tocar algunos puntos que me hayan hecho bien a mi y a las personas que me vieron. Si ocurre eso, me llena; es un objetivo cumplido, la tarea realizada. Que ser actor, lejos del ego, signifique algo para las dos partes.
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