Hace cuatro días que no se sabe nada de él. Es empresario, tiene 74 años y es dueño de un hotel en Mendoza. Un llamado anónimo al 911 podría ser clave para encaminar la investigación en la búsqueda del paradero de Roberto Viegas Bordeira. Una mujer denunció que le robaron y lo mataron. El auto del hombre apareció incendiado en un basural.
Una mujer dijo a la línea de emergencias que el empresario habría sido interceptado mientras conducía su Citroën C3 y que desde ese lugar los delincuentes lo pasearon por varios cajeros automáticos para sacarle todo su dinero. Luego sus captores lo habrían asesinado y el cuerpo estaría enterrado en Los Barrancos, donde funcionaba el ex autódromo, en el oeste de Godoy Cruz.
El auto del empresario apareció quemado a la altura del Corredor del Oeste, en la zona del basural El Pozo. Sobre la base de esa información se montó un importante operativo con decenas de efectivos policiales bordeando la zona y atentos a cualquier movimiento de tierra que resultara sospechoso. Hasta el momento y pese a los esfuerzos, los pesquisas no encontraron nada y la investigación no presentó significativos avances, publica el Diario Uno de Mendoza.
¿Quién es? Viegas tiene 74 años y es el dueño del hotel El Nevado, ubicado en las cercanías de la terminal de ómnibus de la capital mendocina. Según detallaron sus familiares, el hombre está operado del corazón, tiene varios by pass y, producto de un ataque de ACV, sufre lagunas mentales temporales que lo desorientan en tiempo y espacio.
El paradero del empresario es un misterio. Hasta el momento la policía tiene confirmado que Viegas Bordeira salió de su casa en el barrio Palmares a las 14.38 del martes por la calle Madrid y Juan Pablo II del conjunto residencial privado, que da a la lateral del Corredor del Oeste, y se dirigió hacia el norte, hacia calle Lago Hermoso. Dos horas y media después el auto apareció quemado a 3,5 kilómetros de su casa. Como el auto fue encontrado incinerado en la zona del basural El Pozo, en el barrio Campo Pappa, no se pudieron levantar rastros que permitan buscar en los sistemas informáticos a uno o más sospechosos.
Además, el empresario salió sin su celular, lo que impidió a la policía realizar un rastreo satelital de las compañías de teléfonos móviles.