Enseñan a comprar low-cost en tours guiados por el Once

Las instrucciones llegan, claras, por WhatsApp: “Venir con calzado cómodo, traer efectivo o débito ya que algunos lugares no aceptan tarjetas de crédito, no llevar cartera grande y tener una riñonera o similar para poner el dinero”. En un bar de Larrea y Perón, un miércoles por la mañana, un grupo se reúne para encontrarse con Ana Markarian, vestuarista y estilista, que hace de “guía” por los mejores lugares del Once para comprar no solo telas y decoración; también ropa, accesorios y objetos por los que, en un shopping tradicional, se puede pagar hasta el doble.

La creadora de los tours y vecina del barrio “de toda la vida” lo explica bien: “En momentos de crisis, gente que uno no pensaría que va a venir al Once viene; sobre todo porque les enseño qué comprar al por mayor para stockearse y les muestro lugares que no son secretos pero sí mis preferidos”, dice.

Las cifras la respaldan: según el último informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), las ventas en comercios minoristas cayeron en marzo un 10,7% con respecto al mismo mes de 2018; y las ventas en shoppings, 1,8%. Al mismo tiempo, y aunque por debajo de la inflación, el precio promedio de la ropa aumentó más del 35% en un año.

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No solo por eso, pero también por la facilidad con la que Markarian –que compra todos los materiales que necesita para su trabajo en el barrio– se mueve en los distintos negocios, en los que o bien si venden solo al por mayor le permiten que su grupo de gente compre minorista, o porque al ser varios conviene juntarse para llegar a la compra mínima.

“Las primeras salidas fueron en la Navidad pasada, y luego pensé ir haciéndolo solo para fechas especiales; pero por el éxito que tuvieron, empecé a organizarlos según la demanda. Salimos los primeros y segundos lunes de cada mes y a veces los miércoles; más adelante en la semana, el barrio se complica”, cuenta la experta.

El emprendimiento de las diseñadoras de indumentaria Sofía Delaney y Milena Abdala también se potenció por la actual crisis económica –ya tiene seis años–, aunque no nació empujada por ella, sino por la necesidad de las amigas y socias de contar “dónde conseguíamos cosas a buen precio. Primero, cuando éramos estudiantes y no nos quedaba un peso; y ahora que somos mamás, para no resignarnos a no tener cosas lindas y estar a la moda porque todo está carísimo”, cuenta Abdala.

Las chicas encontraron un nombre que se adapta perfecto a lo que hacen: Las Gangas, justamente lo que comparten con su comunidad. “Recorremos las zonas típicas de Buenos Aires, ferias americanas y marcas chicas que suelen tener cosas lindas y mejores precios”, explica. Y ahora van por más: para mayo, armarán su primera feria propia en Recoleta, con “cosas divinas hasta $ 1.500”, dicen.

C.F.E./F.F.