Un documento difundido por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) advirtió que en la última década “el porcentaje de niños y niñas menores de 5 años que asistían a un espacio de cuidado, enseñanza y crianza (desde jardines maternales o de infantes hasta los centros comunitarios o espacios de primera infancia) apenas pasó del 32% al 33%”.
Desde la institución afirmaron a PERFIL que existe una crisis mundial de cuidados de la cual Argentina no está exenta. “Al igual que en la mayor parte de los países del mundo, el cuidado se encuentra fuertemente familiarizado y, al interior de los hogares, muy feminizado”.
El Indec dio a conocer esta semana el costo de la Canasta de crianza (ver infografìa), que divide el valor que cuesta mantener a un niño por edades. Criar a un menor de un año cuesta por mes más de 120 mil pesos; de uno a 3 años, arriba de $ 142 mil; de 4 a 5 años, 112 mil pesos; y de 5 a 12, $ 105 mil. Dentro de estos valores, el de cuidado se lleva la mayor fracción, representando, en el caso de los menores de un año, por ejemplo, más de $ 92 mil por mes.
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Según los últimos datos de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo, las mujeres dedican el doble que los varones al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. “La insostenibilidad de esta organización social del cuidado se potenció con la irrupción de la pandemia, poniendo de manifiesto, como nunca antes, la crisis existente”, agregaron desde Cippec.
En el documento sobre las infancias advirtieron que en nuestro país “sólo la mitad de las personas que tienen hijos/as puede acceder a una licencia por maternidad o paternidad: son trabajadores/as formales en relación de dependencia”.
Invertir en este tipo de políticas permitiría luchar contra la pobreza ya que, advierten, estas tareas, familiarizadas y feminizadas, continúan generando desigualdades de género.
Desde Cippec detallaron que, si bien las tareas de cuidado “atraviesan a la sociedad en su conjunto”, esta situación de-sigual “tiene un mayor impacto en los sectores más vulnerables”, algo que se explica por la posibilidad que tienen los hogares de mayores recursos de “tercerizar los cuidados a través de la contratación de servicios en el mercado (trabajadoras domésticas remuneradas, espacios de cuidado, entre otros)”. En cambio, los hogares de menores ingresos, al no poder afrontar estos gastos, delegan la función en las mujeres, con lo que se reducen las chances de inserción laboral.
En el marco del Día de las Infancias, la institución aprovechó la oportunidad para hacer recomendaciones que ayuden a salir de la crisis: en resumen, se trata de “un sistema integral, articulado y federal de cuidados” que se implemente “de manera gradual, atendiendo a las restricciones presupuestarias que impone la coyuntura”.
La propuesta está orientada a trabajar en tres ejes: recursos monetarios para cuidar para un millón de niños, niñas y adolescentes que quedan fuera de los esquemas de transferencia de recursos estatales; la implementación de servicios para cuidar, compuesto por espacios para crianza, enseñanza y cuidado para la primera infancia; y una distribución más equitativa del tiempo para cuidar, una estrategia enfocada en una mayor licencia por paternidad. Desde Cippec explicaron a este medio que ampliar la cantidad de espacios de cuidado “demandaría un costo fiscal del 0,04% del PBI en 2024”, pero “implicaría un crecimiento del 0,05% del PBI”.
