Este miércoles 14 de junio se cumplen 20 años de la desaparición de Sergio Ávalos, un estudiante de 18 años de Picún Leufú que fue visto por última vez en el boliche neuquino Las Palmas. Se trata de un caso que aún no tiene condenados ni imputados, tuvo que intervenir la Justicia Federal y, desde hace seis semanas, inició una maratón de testimonios que se extenderá hasta agosto. El boliche reabrirá sus puertas en julio y la familia aún reclama justicia.
En los últimos tres años y ante un cambio en la querella, la investigación dio un vuelco. Por ahora, se avanza en la desaparición forzada y, a futuro, esperan comenzar la investigación inicial de la Justicia y la policía neuquina. La custodia del boliche era realizada por personal activo del Ejército y de la policía provincial. También participaba un exmilitar pinochetista.
La querella verificó que los militares continúan en actividad y en altos rangos, al igual que los policías.
Sergio Heredia, uno de los representantes de la familia Ávalos, puso en evidencia ese elemento clave: los miembros del Ejército no están autorizados por ley a hacer tareas de seguridad en un boliche, solo pueden hacerlas los militares retirados.
“La municipalidad tampoco podía ignorar todo el avanzado sistema que tenían porque por la noche, los boliches y la droga son una caja importante de la policía, y, aun estando involucrados policías, en el caso investigaron ellos”, destacó Heredia en su libro Desaparecer en democracia.
"La Justicia neuquina no investigó nada. Los avances de la causa los vimos con la Justicia Federal”, declaró la hermana de Sergio Ávalos.
Asimismo, en la municipalidad neuquina trabaja actualmente Patricio Sesnich, que era el encargado de Las Palmas cuando desapareció Sergio Ávalos. El empleado de la secretaría de Comercio también fue yerno del dueño del boliche, Pedro Nardanone, y fue denunciado por intentar coimear e intimidar a compañeros de la municipalidad, cuando clausuraron el boliche.
De haber imputaciones, los principales apuntados serán Nardanone, Sesnich, y todo el personal que se desempeñaba en el área de seguridad del local en junio del 2003.
La reinauguración del boliche
Fuentes municipales confirmaron que el local ahora aparece a nombre de Nicolás Vaamonde y Mariano Medel. Mientras que el segundo es investigado por la Justicia por defraudación, Vaamonde es un expolicía y excustodio de Jorge Sobich, gobernador de Neuquén al momento de la desaparición de Sergio Ávalos.
Según confirmó Vaamonde, Las Palmas ahora tomó el nombre de Sens, local bailable que piensan inaugurar el 8 de julio. Como si se tratara de una provocación, anunciaron que ya hay entradas para la fiesta de apertura durante esta misma semana, cuando se cumplen 20 años de la desaparición del estudiante.
“El proyecto es hermoso, pudimos cambiar absolutamente todo, no quedó nada de lo que era antes”, advirtió Vaamonde y añadió: “Yo quiero que en este lugar la gente se sienta segura y esté segura”.
Al respecto, la hermana de Sergio Ávalos declaró: “Es probable que no haya pruebas ahí adentro, pero es el último lugar donde estuvo Sergio con vida. Por cuestiones simbólicas nos duele e hicimos lo posible para que no abriera”.
“No sé quienes son los nuevos dueños, no sé en qué condiciones lo abren. Yo lo único que quiero es tener las imputaciones para saber qué es lo que pasó con Sergio y dónde está”, demandó su hermana, Mercedes Ávalos.
Luego de la desaparición del joven, Las Palmas permaneció clausurado durante menos de diez años. Sobre la reapertura, que causó revuelo en la sociedad neuquina, que jamás olvidó la desaparición de Ávalos, Mercedes aseguró que “volvieron a pasar cosas con los jóvenes, cosas que tenían que ver con el personal de seguridad”. Ese proyecto finalizó en la crisis producto de la pandemia.
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Qué se sabe sobre la desaparición de Sergio Ávalos
El joven oriundo de Picún Leufú tenía movilidad reducida en su brazo izquierdo, como consecuencia de una herida sufrida en la infancia, al caer de un árbol. Según se relató, al retirarse del boliche a las 7, aproximadamente, golpeó sin querer con su brazo izquierdo el recipiente donde la seguridad del boliche recolectaba los tickets de los vasos.
"Sergio tenía dificultades para detectar situaciones problemáticas", de acuerdo al análisis victimológico.
Al no depositar ese papel, el cliente de Las Palmas debía pagar el costo del vaso, dinero que se distribuía entre el personal de seguridad, como una especie de propina. Al golpear ese recipiente, se presume que Sergio Ávalos fue violentamente arrastrado por el personal hacia la enfermería del boliche, donde creen que fue asesinado a golpes y luego desaparecido.
Según se conoció, Patricio Sesnich era un encargado activo en Las Palmas, que hasta cargaba un handy para cualquier emergencia. Vigilaba el dinero que ingresaba y los movimientos dentro del boliche, con un sistema de seguridad de 40 cámaras que podía monitorear desde su oficina, con vista a la caja, el guardarropas y las barras.
Llamativamente, las 40 cámaras dejaron de funcionar en el momento de la desaparición de Sergio Ávalos. De acuerdo a un grupo de testigos, el personal de seguridad fue visto golpeando salvajemente en el baño a una persona de características similares al estudiante desaparecido. El testimonio concuerda con el horario en que Sergio fue visto por última vez.
Además, según declaró el abogado querellante, existe el testimonio de una persona que había sido llevado a la “famosa salita de enfermería” del boliche, justo un día después de la desaparición de Ávalos, es decir, el 15 de junio del 2003. Allí lo vio esposado y golpeado, lo que les permitiría comprobar el modus operandi de la seguridad del local. “En otras palabras, ya los tenemos a todos”, resaltó Heredia.
También hallaron la campera del joven y el abogado acusó a los tres amigos de Sergio Ávalos que lo acompañaban esa noche, afirmando que “están implicados”, que vieron lo que pasó dentro del boliche y que “mintieron” al declarar que salieron separados de Las Palmas a las 7 de la mañana. “Si tienen que ser detenidos van a ser detenidos, nosotros no tenemos medias tintas”, dijo.
Mercedes Ávalos, en comunicación con La Red Neuquén, declaró: “Pasaron 20 años y no sabemos nada de mi hermano. Por 10 años, la Justicia neuquina no investigó nada. Los avances de la causa los vimos con la Justicia Federal”. También resaltó la importancia de “lograr las imputaciones y llevar a juicio a las personas responsables”.
Sergio, un joven del interior que migró para estudiar
Sergio era el hijo menor de un matrimonio grande, Asunción y Margarita, y se crió en el núcleo de una familia trabajadora. Hoy tendría 38 años, pero su vida quedó trunca de muy joven. Al desaparecer, era apenas un ingresante a la carrera de Contador Público en la facultad de Economía y Administración en la Universidad Nacional del Comahue.
La idea de Sergio era recibirse para volver a su pueblo y trabajar con su padre en la chacra que tenían en Picún Leufú, a casi 140 kilómetros de la capital provincial y a la vera del río Limay. Sus amigos y familiares lo recuerdan tranquilo y responsable, incluso mencionan que jamás participó de peleas ni tuvo una borrachera adolescente.
En su análisis victimológico, afirmaron que la crianza de Sergio en un pueblo pequeño lo llevaron a concebir la idea de que su vida no experimentaba peligro alguno, un factor que le forjó una personalidad que no identificara riesgos.
Habrá movilizaciones este miércoles en Picún Leufú y en Neuquén capital.
“Esta suerte de supraprotección que tenía Sergio, muy probablemente haya dificultado la capacidad de anticipación o cierta perspicacia para detectar situaciones problemáticas”, declaró una fuente especializada.
Su buen promedio en el colegio le permitió acceder a una beca y la Universidad del Comahue lo recibió en el albergue estudiantil. Sergio aprobó los cuatro parciales que llegó a rendir durante los primeros meses del 2003.
La noche del 14 de junio Sergio y sus compañeros habían tomado unas cervezas en la pensión y cerca de las 3 de la madrugada decidieron salir a bailar a Las Palmas. Sus tres amigos, también oriundos de Picún Leufú, declararon que no lo vieron salir del boliche. También habían acordado encontrarse al día siguiente para ir al pueblo para celebrar con sus familias el Día del Padre, pero Sergio no apareció.
En 2014, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, dictaminó que el crimen de Sergio es una Desaparición Forzada de Persona, y que es de Lesa Humanidad, por existir aquiescencia del Estado.
Para recordar a Sergio, la familia organizó dos movilizaciones para este miércoles 14. En Picún Leufú habrá una marcha durante la mañana y, en Neuquén capital, la movilización será desde las 18 en el monumento a San Martín.
Por su parte, la Universidad del Comahue anunció que realizará a las 11 una conferencia de prensa en el rectorado y que darán asueto para inaugurar un mural de Sergio a las 16.30. A las 17 se descubrirá una placa que lleva su nombre en la Biblioteca Central y, finalmente, concentrarán en el estacionamiento para unirse a la movilización del centro.
ML/ff
