"Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida": Albert Einstein moría un 18 de abril de 1955
El 16 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal. El científico más importante, conocido y popular del siglo XX murió dos días después, asegurando que lo hacía "con elegancia". Su cerebro fue conservado para ser estudiado.
Albert Einstein. |
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Albert Einstein nació el 14 de marzo de 1879, en lo que en ese momento era el Imperio alemán. De origen judío, nacionalizado después suizo, austriaco y estadounidense, se lo considera el científico más importante, conocido y popular del siglo XX. En 1955, experimentó una hemorragia interna, se resistió a una cirugía y postuló que “es de mal gusto prolongar artificialmente la vida”, por lo que murió el 18 de abril.
En 1905, con apenas 26 años, Einstein redactó varios trabajos fundamentales sobre la física de pequeña y gran escala. En el primero de ellos explicaba el movimiento browniano, en el segundo el efecto fotoeléctrico y los dos restantes desarrollaban la relatividad especial y la equivalencia masa-energía, la ecuación de física más conocida a nivel popular, E=mc².
En 1915 presentó la Teoría General de la Relatividad, en la que reformuló por completo el concepto de gravedad. Una de las consecuencias fue el surgimiento del estudio científico del origen y evolución del Universo por la rama de la física denominada cosmología. Muy poco después, Einstein se convirtió en un icono popular de la ciencia alcanzando fama mundial, un privilegio al alcance de muy pocos científicos.
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El trabajo de Einstein sobre el efecto fotoeléctrico le proporcionaría el Premio Nobel de física en 1921. Sin embargo, los físicos que enseñaban la Teoría de la relatividad como, por ejemplo, Werner Heisenberg, eran incluidos en listas negras políticas. Einstein abandonó la Alemania nazi en 1933 con destino a Estados Unidos, donde se dedicó a la docencia. Durante sus últimos años, trabajó por integrar en una misma teoría las cuatro Fuerzas Fundamentales, tarea aún inconclusa.
Aunque es considerado por algunos como el “padre de la bomba atómica”, por haber apoyado a Robert Oppenheimer con el Proyecto Manhattan, el físico alemán impulsó en 1955 el conocido Manifiesto Russell-Einstein, un llamamiento a los científicos para unirse en favor de la desaparición de las armas nucleares. También se identificaba como ateo y pacifista y abogó por un Estado binacional donde judíos y palestinos tuvieran los mismos derechos.
Previo a la creación del Estado de Israel, opinó: “La idea de un Estado (judío) no coincide con lo que siento, no puedo entender para qué es necesario. Está vinculada a un montón de dificultades y es propia de mentes cerradas. Creo que es mala”.
La muerte de Albert Einstein
El 16 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal. Rechazó una cirugía, diciendo: “Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irme. Yo lo haré con elegancia”. Murió en el Hospital de Princeton, en Nueva Jersey, a primera hora del 18 de abril de 1955.
De acuerdo con su deseo, su cuerpo fue incinerado en la misma tarde, antes de que el mundo se enterara de la noticia. Sin embargo, durante la autopsia, el patólogo del hospital, Thomas Stoltz Harvey, extrajo el cerebro de Einstein sin el permiso de su familia para conservarlo, con la esperanza de que la neurociencia del futuro fuera capaz de descubrir lo que hizo a Einstein un ser tan inteligente. Lo conservó durante varias décadas, hasta que finalmente lo devolvió.
El patólogo pensaba que el cerebro de Einstein “le revelaría los secretos de su genialidad y que, así, se haría famoso”. Hasta ahora, el único dato científico obtenido del estudio del cerebro realizado por múltiples especialistas es que una parte de él —que, entre otras cosas, está relacionada con la capacidad matemática— es más grande que en otros cerebros; que tenía número significativamente mayor de células en la región parietal; y que el surco lateral de su cerebro estaba truncada.
