Las presiones kirchneristas, implícitas y explícitas, para que el presidente Alberto Fernández arme una "mesa política" en el Frente de Todos son conocidas. Pero el presidente Alberto Fernández oficializó este domingo que convocará a una "mesa electoral", resistiendo el reclamo central del kirchnerismo, y señalando que aspira a que en ese ámbito se debatan las cuestiones de estrategias y candidatos entre el peronismo y sus aliados. No dio nombres, y tampoco incluyó una fecha puntual, señalando que el llamado será "en los próximos días".
La feroz pulseada que se da en oficialismo y oposición con la mira en las elecciones de este año tiene en el Frente de Todos un capítulo muy especial, porque el presidente Alberto Fernández dijo el año pasado que aspiraría a la reelección, una postura que irrita al kirchnerismo, que sin medias tintas quiere correrlo de la escena para dejar todas decisiones electorales bajo la órbita de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
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Sin embargo, el Presidente no cedió el lugar central y señaló que "como presidente del PJ, el partido más importante de nuestra coalición de Gobierno, he decidido convocar en los próximos días a la conformación de una mesa que diseñe las reglas electorales del Frente y la estrategia a seguir con miras a las distintas elecciones de este año". De esa manera puso en marcha el mecanismo en el que podrán expresarse tanto el peronismo como sus aliados.
Luego, en el mismo hilo, Alberto Fernández se esperanzó en que "dicho ámbito de debate sirva para abrir la convocatoria a los sectores sociales, de la producción y del trabajo que acompañan a nuestra coalición de Gobierno", lo que confirmó las versiones que ya circulaban respecto a que la mesa sería "amplia", una circunstancia que va a contramano de la aspiración K de "concentrar" decisiones en las manos de Cristina. Sobre esa convocatoria a dichos sectores, el Presidente la justificó mencionando que "con ellos compartimos un mismo proyecto de país".
Y a continuación apuntó a "nuestros gobernadores y gobernadoras y nuestros intendentes e intendentas", como los encargados de las decisiones, precisando que serán esos mandatarios provinciales quienes "deberán definir el núcleo dirigencial que represente a la fuerza territorial del Frente de Todos".
Luego recalcó, en otra mensaje que puede leerse hacia sus críticos, que "es mi intención que los referentes que confluimos con miradas diversas en el peronismo, junto a referentes del Frente Renovador y de otras fuerzas políticas que participan del espacio, establezcamos las reglas de competencia que sostengan la unidad que nos lleve a la victoria". El mensaje es claro, en el sentido de apuntar que sean "todos" los que tengan voz y voto en el tema electoral, una expectativa sobre la que habrá que esperar la respuesta que haga alguna figura representativa del sector más cercano a CFK.
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La parte final del mensaje presidencial apuntó a cuestiones que hacen a las declaraciones habituales, hablando de federalismo, cuestionando a la Justicia (pidiendo que "no se someta a los poderes fácticos"), y criticando en la última frase a la gestión de Mauricio Macri: "Estos desafíos nos obligan a trabajar para que nuestro Frente se consolide alrededor de un proyecto de país inclusivo que se desarrolle respetando el federalismo. Un país que recupere tribunales que impartan justicia y no se sometan a poderes fácticos. No queremos que la Argentina vuelva a un pasado de persecución de opositores, de endeudamiento, de fuga de sus capitales, de caída de los salarios y de desindustrialización como el que padecimos durante el Gobierno de Juntos por el Cambio".
HB
