Luego del anuncio de que la inflación en mayo dejó una suba de precios del 3,3 por ciento, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) agregó este jueves otro indicador clave del ritmo inflacionario: una familia tipo necesitó $64.445 en mayo para no caer en la pobreza y la canasta básica subió casi 50% en el último año.
Así se indicó en el trabajo del organismo que la Canasta Básica Total (CBT) aumentó 2,4% en mayo respecto de abril, mientras que la alimentaria, que define el nivel de indigencia, subió 2,8%, a $27.423,41. En los últimos doce meses, la canasta total aumentó 49,6%, mientras que la alimentaria se incrementó 53,4%.
El dato llamativo es que el aumento de mayo en ambas canastas se ubica por debajo de la inflación, que fue del 3,3% y acumula 21,5% en los primeros 5 meses del año. Desde diciembre último, el costo de la canasta básica creció 18,9% y la alimentaria 20,9%, y también se ubican por debajo del costo de vida de este año.
En su informe el INDEC informó que para una familia de tres miembros, propietarios de la vivienda que ocupan, el costo de la Canasta Básica Total llegó en mayo a $ 51.305 y para un grupo familiar de cinco integrantes ese valor se eleva a $67.781.
En los últimos doce meses, la canasta total aumentó 49,6%, mientras que la alimentaria se incrementó 53,4%.
En el caso de la canasta básica alimentaria, un grupo familiar de tres miembros, para no caer en la indigencia necesitó ingresos mensuales por $21.832, mientras que para una de cinco integrantes el costo subió a $28.843. Para una persona adulta, en abril último el costo de la Canasta Básica Total se ubicó en $20.855 y el de la alimentaria en $8.874.
En los primeros cinco meses del año, el costo nominal de la CBT aumentó en $21.365, mientras que el alza de la CBA fue de $9.548. Según se destacó, para no caer en situación de pobreza, una familia formada por dos adultos y dos menores, que no paga alquiler, debió tener ingresos diarios por alrededor de $2.148 y para evitar la indigencia de $ 914.
Según el INDEC, la canasta básica alimentaria tiene en cuenta los requerimientos calóricos y proteicos imprescindibles para que una persona adulta cubra durante un mes sus necesidades, mientras que la básica total incluye otros artículos y el gasto en servicios públicos. En abril, una familia tipo de cuatro integrantes había necesitado tener ingresos por $62.958 para no ser pobre. En tanto, esa misma familia también en abril habría tenido que ganar al menos $26.677 para no ser indigente, en un país donde el salario mínimo vital y móvil es de apenas $29.160.
NA/HB