Los grupos religiosos fueron durante 2020, el año con mayores restricciones por la pandemia de Covid-19, afectados por la imposibilidad de reunirse para profesar su culto. En base a un estudio realizado en el mundo, en varios países se utilizaron medidas de fuerza para hacer cumplir las restricciones y evitar estas reuniones, y en muchos territorios los grupos desafiaron las normas dispuestas.
“Las autoridades de casi una cuarta parte de todos los países y territorios estudiados (46 de 198, o el 23 %) utilizaron medios físicos, como arrestos y sentencias de prisión, para hacer cumplir las restricciones relacionadas con el coronavirus en los servicios de adoración y otras reuniones religiosas”, detalla el decimotercer estudio anual del Pew Research Center sobre restricciones a la religión en todo el mundo, que se centra en cómo los cierres y otras medidas de salud pública afectaron a los grupos religiosos y cómo respondieron.
De acuerdo al análisis de las fuentes de información, los grupos religiosos presentaron demandas o se pronunciaron en contra de las medidas de salud pública en 54 de los 198 países estudiados (27%). En 69 países y territorios (35%), uno o más grupos religiosos desafiaron las normas de salud pública relacionadas con la pandemia de COVID-19.
Ante las subas de casos de COVID en la Ciudad, estos son los centros para vacunarse
De acuerdo al documento, en 46 países y territorios –el 23 % de todos los examinados en el estudio– las autoridades gubernamentales usaron la fuerza para imponer prohibiciones o límites relacionados con el coronavirus a las reuniones religiosas en 2020.
“Ese recuento incluye solo los lugares donde se llevaron a cabo las prohibiciones o límites a las reuniones religiosas. fuera con fuerza física, como arrestos y detenciones; agresiones físicas; daño, confiscación o allanamiento de propiedad privada; desplazamientos de personas de sus hogares; o matanzas”, detalla el Pew Research Center.
El rol de los religiosos en promover medidas de cuidado, según el estudio
En un número aún mayor de países (94, o el 47%), los líderes o grupos religiosos “promovieron medidas de salud pública para frenar la propagación del coronavirus alentando a los seguidores a adorar en casa, observar el distanciamiento social o tomar otras precauciones, como el lavado de manos y uso de máscaras”.
Los artículos de noticias y otras fuentes de información identificaron 55 países (28%) donde funcionarios gubernamentales y grupos religiosos colaboraron en los esfuerzos para detener la pandemia. No obstante, también se identificó que en algunos países, “diferentes grupos religiosos desafiaron y promovieron bloqueos u otras restricciones de salud pública”.
La estigmatización y vinculación de grupos religiosos con el Covid-19
En base a la información reunida, en 39 países (20% del número total estudiado) personas u organizaciones privadas vincularon la propagación del coronavirus a grupos religiosos en 2020. Esto incluye a personas u organizaciones que usaron un discurso hostil o incendiario sobre grupos religiosos particulares. En más de la mitad de estos países (23 de los 39), tales comentarios se hicieron contra los judíos.
“Las hostilidades sociales relacionadas con la pandemia contra grupos religiosos que involucraron violencia física o vandalismo por parte de individuos u organizaciones privadas se informaron en solo cuatro países: India, Argentina, Italia y Estados Unidos”, expone el estudio.
En India, hubo múltiples informes de musulmanes atacados después de ser acusados de propagar el coronavirus. “En Argentina e Italia, las propiedades fueron destrozadas con carteles antisemitas y grafitis que vinculaban a los judíos con el COVID-19”, dice el reporte sobre nuestro país.
En Italia, por ejemplo, las autoridades encontraron un grafiti de una estrella de David con las palabras “igual a virus”. Y en Estados Unidos, una iglesia de Mississippi se incendió aproximadamente un mes después de que su pastor demandara a la ciudad por restricciones de salud pública en grandes reuniones. Los investigadores encontraron un grafiti en el estacionamiento de la iglesia que decía: "Apuesto a que ahora se quedan en casa, hipócritas".
AG / ED