Un almacén del barrio Carrara Norte, en la ciudad de Córdoba, recibió a dos "clientes" de lo más insólitos. Un par de caballos se metieron a la despensa y ante la desesperación de la empleada que no sabía cómo sacarlos, se comieron una bandeja de cañoncitos de dulce de leche.
En el hilarante video se observa que primero entra un hombre y atrás de él ingresa un caballo al local. “No es mío, estaba acá al lado”, le aclaró el hombre mientras el caballo ingresó y se ubicó frente al mostrador
Mientras el animal empieza a buscar comida, la empleada llama desesperada al dueño y en ese momento se mete otro caballo. “Pablo, hay un caballo acá en el negocio y no lo puedo sacar. Se metió otro y están tirando todo”, expresó Florencia en las imágenes que son imperdibles.
Mientras los caballos se comían la mercadería, la joven intentaba ahuyentarlos con un trapo rejilla primero y luego hasta con un rociador de alcohol.
Qué dijo la empleada a la que se le metieron dos caballos
"Los caballos no sé realmente de quién son. Seguramente sean de algún vecino, seguramente se han escapado. Nunca supe de quién eran los caballos. Suelen estar sueltos en el frente, en los espacios verdes, comiendo el pasto. Esta vez habían cortado todo entonces calculo que iban por comida", comentó la joven en diálogo con C5N.
En esa línea, contó que se comieron cañoncitos de dulce de leche: "Se ve claramente en el video cómo tiran los cañoncitos de dulce de leche y se los comen. Los tira el más grande y después ingresa el otro y se ponen a comer los dos. Se comieron todos los cañoncitos y menos mal que no sacaron nada más porque no iban a pagar por la mercadería. Qué picardía que es el negocio, se ve que vendemos muy buenos productos".
“Cuando entró el segundo me fui corriendo para la parte del baño esperando que llegue mi patrón que tampoco podía hacer nada por miedo de que le tire una patada el caballo. Es una locura", dijo.
La joven afirmó que no la pasó bien: "El momento que pasé no se lo deseo a nadie. Sentí nervios, susto". Además, contó que recién comenzaron a salir luego de que les tiró alcohol en spray.
"Les tiré con el trapo rejilla para ver si reaccionaban, pero no reaccionaron bien igual. Ahora yo lo cuento con gracia... Al final, como los caballos no tenían espacio para salir comenzaron a golpear todo: exhibidor, freezer, vidrios”, relató.
ED