Durante décadas, las autoridades de Estados Unidos trabajaron con el objetivo de reducir las tasas de mortalidad entre niños y adolescentes. Sin embargo, desde el 2020, la esperanza de vida cayó drásticamente, para empeorar nuevamente en el 2021. De acuerdo a investigaciones publicadas en la revista especializada Journal of the American Medical Association, las tasas se encuentran actualmente en su nivel más alto en casi 15 años y este fenómeno se debe a múltiples causas.
Si bien podría inferirse, debido al marco temporal de la problemática, que se relaciona directamente con la pandemia de covid-19, lo cierto es que los jóvenes mueren por motivos relacionados a una administración política de recursos que favorece la desigualdad, a la libre portación de armas y a problemáticas de salud mental.
Según un informe seminal publicado en 2021, llamado "Tasas de mortalidad altas y en aumento entre los adultos en edad de trabajar", uno de cada 25 niños estadounidenses de cinco años no llegará a los 40. Además, se indica que las tasas de mortalidad aumentaron en la mediana edad (entre los 25 y 64 años), afectando directamente la estructura social, ya que ese período es el asociado a la formación de familias y al empleo.
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Las explicaciones del Wall Street Journal
El prestigioso diario especializado en finanzas publicó el 15 de mayo un artículo titulado “Los jóvenes estadounidenses están muriendo a un ritmo alarmante”, donde se transcribe un diálogo entre Charlotte Gartenberg, la productora del podcast As We Work, perteneciente al Wall Street Journal, y Janet Adamy, editora de noticias en la oficina de Washington del mismo medio.
Allí, las especialistas identifican que la salud mental, evidentemente deteriorada en sectores jóvenes por el aislamiento consecuente de la pandemia y la libre portación de armas, avalada por la segunda enmienda de su constitución y la Corte Suprema, son dos problemáticas que dan lugar a los principales motivos del aumento en las tasas de mortalidad:
- Homicidios
- Suicidios
- Sobredosis
- Accidentes automovilísticos
Finalmente, Gartenberg y Adamy afirman que Estados Unidos no es el único país desarrollado que presenta esta problemática, pero al compararse con naciones como Reino Unido, Alemania, Canadá y Noruega, sí es evidente que la diferencia principal es la violencia por armas de fuego.
El análisis publicado en la revista Time
El 16 de mayo, la revista Time, una de las publicaciones más importantes e influyentes en el mundo, retomó la temática y publicó un artículo titulado “Por qué los americanos están muriendo tan jóvenes”.
La nota, redactada por Laudan Aron y Gavin Yamey, retoma información publicada por funcionarios federales de salud, quienes concluyeron que todos los grupos demográficos y étnicos de Estados Unidos están muriendo cada vez más jóvenes.
“El informe mostró que Estados Unidos tenía la esperanza de vida más baja entre países pares y tasas más altas de lesiones, enfermedades y muertes por docenas de causas. Se encontró evidencia de esta desventaja para jóvenes y viejos, ricos y pobres, hombres y mujeres, y estadounidenses de todas las razas y etnias”, afirman.
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En cuanto a las causas, detallan cinco tendencias particulares, profundamente arraigadas al sistema político de su país.
- Un mal comienzo en la vida para muchos jóvenes estadounidenses: Señalan que, en comparación con otras naciones de altos ingresos, “el gasto estadounidense es mucho menos redistributivo, con menos beneficios para los niños, las familias y los desfavorecidos”. También retoman los argumentos publicados por el Wall Street Journal y destacan la “crisis de salud mental cada vez más profunda, con un mayor acceso a armas de fuego y opioides que elevan las tasas de suicidio, homicidio y sobredosis”.
- Un sistema de salud disfuncional y costoso: Estados Unidos no cuenta con un sistema de Salud público como Argentina, por lo que gran parte de su población “no tiene seguro, tiene un seguro insuficiente, recibe tratamiento médico insuficiente o excesivo, desconfía del sistema y se ahoga en deudas médicas”. Al presentar un sistema tan fragmentado y costoso, aumentan las probabilidades de que las personas sin seguro o una red de contención mueran jóvenes.
- Sistemas sociales que socavan el bienestar y aceleran la desigualdad: En este punto, la revista Time argumenta que se pierden vidas jóvenes como consecuencia del enfoque que tiene el gobierno estadounidense “hacia la alimentación y la nutrición, la vivienda y la infraestructura cívica, la educación y la capacitación, el empleo y el espíritu empresarial, el crimen y la seguridad, el desarrollo económico y comunitario, el crédito y los servicios financieros, la protección social y las redes de seguridad y el ambiente”.
- Una respuesta política inadecuada a la creciente desigualdad y precariedad: Continuando el punto anterior, este motivo señala que la desigualdad económica y la precariedad son reflejos claros de la insuficiente redistribución de ingresos y riqueza. Por lo tanto, la movilidad social ascendente y las oportunidades de crecimiento se ven limitadas desde el origen mismo de la gestión política y su enfoque fiscal.
- Racismo estructural, capitalismo racial y sus injusticias concomitantes: Si bien la desventaja en materia de Salud atraviesa profundamente a todos los sectores de la sociedad, está probado que “prácticas aparentemente neutras desde el punto de vista racial, a menudo perpetúan un legado perdurable de racismo, protegiendo la salud de algunas comunidades a expensas de otras”. Por ello, es imposible analizar la muerte de los jóvenes en Estados Unidos sin incorporar la perspectiva de las minorías.
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En conclusión, la revista Time señala que el aumento de las tasas de mortalidad de niños y adolescentes debería ser una fuerte llamada de atención para su gobierno, mientras destaca optimistamente que disfrutar de una mejor calidad de vida y recuperar una tasa de mortalidad más controlada depende simplemente de la voluntad política de sus líderes.
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