El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario de China, Xi Jinping, se reunieron, luego de concluir la cumbre del G20, en el Palacio Duhau, donde esperaron darle fin a su enfrentamiento comercial y brindar paz al mundo económico.
Los dos países tienen un pasado cercano conflictivo. El primero en declarar esta guerra comercial fue Trump, cuando aplicó aranceles a las compras de acero y aluminio y, posteriormente, lo extendió a otros productos. Así, Xi respondió de igual forma para las importaciones de norteamérica.
China es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, y, al tratarse de potencias mundiales, ésto los lleva a otra disputa por el superávit en relación a la compra y venta de productos.
La reunión entre ambos líderes tuvo expectante al mundo, durante más de dos horas, por el impacto que produce en la economía global. Aunque con sus diferencias no cortaron nunca el diálogo, la asamblea en Buenos Aires intentó que llegaran a un acuerdo. "Solo con la colaboración entre nosotros podemos rervir el interés de la paz y la prosperidad", dijo Xi.
Por otra parte, el Trump le agradeció al líder asiático por sus palabras por las muerte del expresidente de EE.UU. George H.W. Bush.