Cada 21 de septiembre se celebra la figura de los artistas plásticos a nivel mundial. Sin embargo, en Argentina, se celebra el "Día del Artista y la Artista Plástico" cada 3 de noviembre, en recuerdo al fallecimiento del pintor y arquitecto argentino Prilidiano Pueyrredón (1823-1870), considerado uno de los precursores del arte en el país.
Hijo del brigadier y Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón y María Calixta Tellechea y Caviedes, Prilidiano Pueyrredón, se dedicó a estudiar ingeniería en la Escuela Politécnica de Francia, conocimientos que años más tarde pondría al servicio de la obra pública argentina que se desarrollaba en la ciudad capital, trabajando incluso en la restauración de la Casa Rosada y dibujando los planos de la Quinta de Olivos, la residencia presidencial del Poder Ejecutivo Nacional.
Pueyrredón y los desnudos femeninos
Desde sus inicios, por un lado se destacó en la sociedad porteña de la época por convertirse en el primer pintor de desnudos femeninos en Buenos Aires, obras como, La siesta y El baño, son algunas de las que aún se conservan en el Museo Nacional de Bellas Artes.
En simultáneo, por el otro, se dedicó a pintar retratos para personajes de la alta sociedad, llegando a retratar a Manuelita Rosas, hija de Rosas, en 1851. Asimismo, de acuerdo a la filosofía romántica adquirida y vista en Europa, abordó también, la temática arrabalera y gauchesca, que resaltó durante toda su carrera.
Laura Malosetti, reconocida investigadora e historiadora del arte, en una entrevista dada para el Ministerio de Cultura Argentina, relata sobre los comienzos del arte en el país “Hubo pocos artistas visuales en tiempos de la Colonia en lo que hoy es la Argentina. Más pintores y escultores de imaginería religiosa hubo en Potosí, en la Quebrada de Humahuaca, en el marquesado de Yavi o en Córdoba antes que en Buenos Aires, un puerto de escasa trascendencia cultural al menos hasta las guerras de Independencia.” expresó.
“La tensión entre la posibilidad de construir un arte nacional y el gusto por el arte europeo estuvo siempre presente. En el siglo XIX se partía de un sobreentendido: no había tradición artística local preexistente, de modo que el viaje a Europa de los futuros artistas no se ponía en cuestión, sino más bien a cuál de aquellos centros europeos debían ir.” agregó Malosetti.
No obstante, la historia y la evolución se encargaron de construir en Argentina, un lugar privilegiado y valioso en la cultura de las artes plásticas que constituye parte fundamental de la identidad del país.
Artistas como, Carlos Morel, Procesa del Carmen Sarmiento, Luisa Sánchez de Arteaga, Ángel della Valle, entre otros, son creadores y testimonios de la memoria del país y al mismo tiempo manifestación de sus emociones, pasiones y creatividad, que, a través de sus obras, platearon e imaginaron otras perspectivas de un país dejando un legado cultural que hasta el sol de hoy invita a mirar más allá.
MM/FL