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La tensión por las arcas

Los gobernadores peronistas, entre el ajuste y la negociación con Casa Rosada

Los jefes provinciales de Unión por la Patria comenzaron a revisar sus presupuestos ante el ajuste puesto en marcha por el gobierno de Javier Milei. Desconfianza y estrategia conjunta.

Protagonistas. Jalil y Kicillof
Protagonistas. Los gobernadores deberán pelear fondos con Milei | NA

Los gobernadores peronistas se debaten entre la resistencia al ajuste como representantes del sector que se quedó con el 44% de los votos y la negociación por los fondos que Javier Milei ya anunció que se “reducirán al mínimo” al instalar la frase “no hay plata”.

“Nosotros escuchamos”, dijo un mandatario al terminar el viernes una reunión por zoom con el ministro del Interior, Guillermo Francos. Ahora evaluarán juntos si asistir el próximo martes al encuentro en Rosada con Javier Milei ya que, al parecer, no hubo buenas noticias en este primer intercambio. 

El escenario incierto y de crisis llevó días atrás a que un empresario de una cadena de supermercados le diga a Axel Kicillof: “Lo único que tenés que hacer es tener listos los patacones”. Su hombre de máxima confianza, Carlos Bianco, lo hizo público: la provincia puede emitir su moneda. Pero el gobernador bonaerense y los otros jefes provinciales de Unión por la Patria esperan a ver cómo es el Milei presidente y hasta dónde está dispuesto a cortar los recursos que les corresponden. 

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“Las provincias son las más interesadas en que se dé vuelta”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la discusión por el Impuesto a las Ganancias. Lo cierto es que los jefes provinciales aceptaron a regañadientes en plena campaña su eliminación entendiendo que la medida podría llevar a Massa a la presidencia. En aquel entonces, un jefe provincial adelantó lo que hoy está pasando y en privado le dijo a PERFIL: “Si Massa gana no es un problema, porque la plata nos la va a dar por algún otro mecanismo, pero ¿qué hacemos si gana Milei?”. Ante el recorte de fondos y transferencias discrecionales, los jefes provinciales se encuentran con esta primera encrucijada: negociar o no la derogación de la ley por la que se eliminó el tributo a los trabajadores.   

Por esto, el desafío ante la necesidad de recursos es mantenerse unidos y negociar juntos mientras algunos jefes provinciales ya se adelantan a los recortes. El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, grabó un mensaje de siete minutos en el que adelantó que decretará la emergencia económica al advertir que los anuncios de ajuste del ministro de Economía, Luis Caputo, “impactarán directamente en las provincias, sobre todo cuando se habla de recorte de partidas específicas”. Habló de tomar medidas preventivas a pesar de que la provincia tiene “equilibrio fiscal, superávit financiero y desendeudamiento”. De esta manera, y por seis meses, decidió, entre otras cosas, el congelamiento de vacantes y nombramientos en el sector público, el congelamiento de gastos de difusión oficial, la suspensión de partidas extraordinarias a municipios y el freno a las obras que todavía no se hayan licitado. 

El primero en anunciar un recorte del presupuesto provincial de más del 10% fue Osvaldo Jaldo, quien decidió achicar gastos por $ 220 mil millones. También lo hizo esta semana Raúl Jalil, de Catamarca. 

Por ahora, Axel Kicillof frenó el envío del Presupuesto 2024 y espera más señales de la Casa Rosada para saber hasta dónde llegará el impacto del ajuste nacional. Prepara, además, un pedido de endeudamiento mayor al que la Legislatura le rechazó semanas atrás.