A 40 años de la Guerra de Malvinas, aún quedan algunas deudas pendientes con quienes combatieron por el reclamo de soberanía sobre las islas del Atlántico Sur: reconocer a las mujeres veteranas e identificar los soldados “sólo conocidos por Dios”.
A través de un análisis publicado por la agencia Noticias Argentinas (NA), la historiadora y escritora Alicia Panero explicó que “todavía los argentinos y argentinas se hacen preguntas sobre estas mujeres, que nunca terminaron de ingresar en la historia de la guerra”.
En ese sentido, la especialista argumentó que “los motivos son diversos y van desde el silencio institucional de las Fuerzas Armadas, que hasta se puede traducir en violencia institucional, hasta cuestiones personales de cada una de estas mujeres a las que la guerra marcó para siempre”.
Además, a esto debería sumarse “el concepto internacionalmente concebido de que fueron a la guerra aquellos que portaron armas, lanzaron bombas o se defendieron o murieron en la trinchera”, de acuerdo con la reflexión de Panero.
“Fueron enfermeras, instrumentadoras quirúrgicas, operadoras de radio, comisarios navales que se abrieron paso en un camino de hombres y desempañando tareas con excelencia en lo que les tocó hacer”, destacó la historiadora.
El Ministerio de Defensa publicó una resolución que aclaraba que las mujeres cumplieron con su deber y estuvieron a la altura de sus pares varones durante sus funciones en el campo de batalla. Sin embargo, este escrito oficial fue considerado por Panera como “una resolución que, lejos de igualar, discrimina”.
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Por esto mismo, la investigadora resaltó que a 40 años de la Guerra de Malvinas “es urgente y necesario reparar la presencia de estas mujeres en la memoria colectiva” y referirse a ellas como “veteranas con todas las letras”.
La identidad de los soldados que quedaron en Malvinas
Pese a que la Cruz Roja comenzó un proceso de identificación de los cuerpos que yacen en el cementerio de Darwin, Panero consideró que aún queda mucho trabajo por realizar sobre el reconocimiento de los excombatientes.
“La terminología empleada para señalar a los muertos que dejó la guerra es materia de esos mezquinos análisis de sectores políticos, que nada tiene que ver con la acción soberana de identificarlos”, afirmó la historiadora.
Por esto mismo, Panero relacionó directamente la falta de reconocimiento de esos cuerpos con el avasallamiento a la identidad que emprendió la última dictadura militar en Argentina.
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“Mientras falte un solo soldado con posibilidades de identificar, el éxito del proceso no será completo”, señaló la investigadora. Así, Panero concluyó: “El soldado desconocido es un símbolo de la crueldad de la guerra, pero también el símbolo de la esperanza de traerlo a casa”.
RdC / ED
