Néstor Pitrola participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de periodismo de la Escuela de Comunicación en la que remarcó el crecimiento del Frente de Izquierda-Unidad por sobre el Frente de Todos. “Hemos crecido en los barrios más profundos de la pobreza. Son trabajadores que históricamente fueron rehenes del peronismo”, sostuvo
El dirigente gremial y candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires analizó la candidatura de Javier Milei. “Es una alternativa tenebrosa. Muchos pueden decir payasesca, pero no habría que ofender a esos artistas que son los payasos. Milei ha construido un personaje”, remarcó Pitrola en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret.
—¿Cuál es su análisis sobre la figura de Javier Milei?
—Ahora trascendió una reunión secreta de Milei con Macri. No hacía falta, Milei reivindicó a Menem y a Cavallo como el mejor ministro de Economía. Es un alto empleado del grupo Eurnekian. Habla contra el estatismo pero es asesor financiero de uno de los más poderosos grupos económicos argentinos incluido en el Pandora Papers, alguien lo asesoró para esa fuga de capitales y, además enriquecido, por grandes contratos con el Estado. Recuerden que Eurnekian es beneficiario de Aeropuertos Argentina 2000 desde los años 90 hasta la fecha. También lleva defensores de genocidas como Victoria Villarruel en el segundo lugar de su lista. Están contra el derecho al aborto legal, conquistado con tanta lucha de la mujer y tantas que les faltan, pero quiere ir para atrás en las que ya se lograron. Es una alternativa tenebrosa. Muchos pueden decir payasesca, pero no habría que ofender a esos artistas que son los payasos. Milei ha construido un personaje. El fascismo hizo mucho más que esto, pero Milei tiene un discurso violento y se han producido hechos violentos de atentados a locales, ese discurso lo impulsa.
—José Luis Espert anunció propuestas muy polémicas en relación al derecho de huelga. ¿Usted lo considera una suerte de “cajón de Herminio” para los liberales?
—Ojalá. Ahí se les cae la careta a Espert y a Milei, digamos, en el espacio que ahora parece que tienen alguna contradicción, porque son un grupo político autodenominado libertarios y liberales, y son profundamente autoritarios. Es un rasgo fascista atacar el derecho de huelga de la manera tan profunda. He tenido un día de campaña electoral terrible, no obstante, me tomé el trabajo de leer todo el largo programa de Espert y de enviar una nota de opinión a Editorial Perfil sobre el ataque al derecho de huelga inscripto en la Constitución y que ha costado 150 años de lucha de la clase trabajadora argentina.
—¿Por qué cree que la CGT no ha llamado a un paro general, a pesar de que la inflación le viene ganando a los aumentos salariales?
—En este país no tenemos un paro general desde hace muchísimo tiempo, porque tenemos una central obrera que pactó con Macri. Recordemos la última gran movilización contra la CGT fue en diciembre de 2017, contra una reforma jubilatoria y había una reforma laboral redactada que no llegó nunca a las Cámaras. La CGT no ha hecho un paro en todo el gobierno peronista. Se considera parte del Gobierno y no parte del mandato de los trabajadores.
—¿Por qué cree que la izquierda está creciendo a expensas del peronismo?
—Es es un fenómeno más profundo. Hay una nota brillante de Gabriel Solano, nuestro candidato a legislador por la Ciudad, que se ha publicado en estas últimas horas en Infobae, contra la campaña del peronismo, se nota desesperado por el giro a la izquierda de sectores de bases peronistas. Hemos tenido un acto de 35.000 personas, sin precedentes en la izquierda de por lo menos treinta años, en la Plaza de Mayo del Partido Obrero. Del Partido Obrero en este caso, después va a haber un cierre de todas las fuerzas del FIT-U. Bueno, es indicativo de un crecimiento militante, allí hubo oradores de movimientos sociales, la presidente del Centro de Estudiantes de Buenos Aires, el líder del Polo Obrero y el secretario general del Sindicato del Neumático. Es decir, un panorama de crecimiento militante en sindicatos, centros de estudiantes, en los barrios, entre los desocupados, es un crecimiento profundo en el movimiento popular.
—¿Cuáles son las razones que explican el crecimiento de la izquierda?
—En el viaje venía leyendo una encuesta insospechable de Artemio López, un elemento que como encuestador ni lo considero porque ha vivido del presupuesto estatal de los gobiernos peronistas y dice que le dio altísimo el Frente de Izquierda en la provincia de Buenos Aires. ¡Artemio López! Eso ya es indicativo de que retemos el voto y crecemos. No veo a nadie que nos votó que diga que no nos va a volver a votar y veo gente que nos promete el voto, después hay que abrir las urnas pero creo que podemos crecer. Es la base de todos los países del sistema, porque esta Argentina del 40% de pobreza no la hizo solo este Gobierno, son décadas de alternancia de los que nos vienen gobernando. No solo hay bronca, hay giros profundos. Yo te doy un solo dato para continuar preguntas: el gran crecimiento de la izquierda en las PASO fue en el segundo, tercer cordón y, así, en los barrios obreros de todo el país. Hemos crecido en los barrios más profundos de la pobreza. Son trabajadores que históricamente fueron rehenes del peronismo. Es la peor elección chicos del peronismo desde que nació en febrero de 1946. El 31% es la peor elección de su historia.
—¿Qué opina del beneficio vitalicio de privilegio que está percibiendo Cristina Kirchner?
—En la Cámara de Diputados, nosotros hemos repudiado las jubilaciones de privilegio. Cuando la gran mayoría de los jubilados cobran 25 mil pesos, esa es la jubilación mínima que está por debajo de la línea de indigencia, los 2,5 millones de jubilación de Cristina son de una obscenidad brutal. Es un hecho obsceno que tiene un fuerte valor simbólico.
—Es siempre clara y consecuente la postura de la izquierda del no pago al FMI, pero la Argentina tuvo la experiencia negativa con el default de 2001. ¿Por qué sería más beneficioso no acordar con el Fondo?
—Ese plan económico incluye una banca pública única, el monopolio del comercio exterior, la recuperación soberana bajo gestión de los trabajadores de los recursos estratégicos de todo tipo: minero, gasífero y petrolífero. La renta petrolera, una parte la usaríamos no para llevarse los dólares al exterior como hacen las compañías, si no para una reconversión hacia una energía limpia. Mucho bla, bla, bla en Glasgow y después no pasa nada, como ya no pasó nada con el Acuerdo de París. Pero, volviendo a tu pregunta, el default no es lo mismo que el no pago soberano. Este debate se lo planteé dentro de los límites nuestros a Alberto Fernández que dijo: “Nosotros no vamos a ir al default. No somos socialistas”. No, los socialistas no planteamos el default. Al default llegan los gobiernos capitalistas que pagan sistemáticamente la deuda fraudulenta y entran al default. Cuando se discutió el pacto con los fondos buitre bajo el gobierno de Macri anticipé que nos llevaban al noveno default. Ahora, anticipo que más tarde o más temprano llegaremos al décimo.
—Usted declaró que a Juntos por el Cambio le llovieron los votos ¿Considera que esto fue provocado solo por una mala gestión de la pandemia por parte del Gobierno?
—Les llovió la victoria. Porque Juntos por el Cambio sacó el mismo 41 % que habían sacado cuando perdieron en 2019. La nota fue el derrumbe del peronismo y otra nota menor, pero también sorpresa, fue el avance nuestro. En cierto modo, el avance de la derecha de Milei, en realidad, son una escisión del macrismo. No es solo es la mala gestión de la pandemia. El ajuste, que ha llevado a la defraudación popular y a la derrota del peronismo, empezó antes de la pandemia. Cinco puntos de caída del producto bruto como tendencia del primer trimestre y la primera ley del presidente Fernández fueron las leyes de emergencia que suspendieron la movilidad jubilatoria. La pandemia agravó la crisis mundial y la gestión fue mala. Pero acá no hubo acierto de ninguna naturaleza. El Frente de Izquierda tuvo como política centralizar el sistema de salud e intervenir el laboratorio de Hugo Sigman. Allí, se produjeron cien millones de dosis que se exportaron todas y ,al día de hoy, no han terminado de volver, con un pago por adelantado de 54 millones de dólares; protocolo en los lugares de trabajo bajo control de los propios trabajadores; invertir en el sistema de transporte. Eso es un plan integral.
—¿El gobierno de Cuba viola los derechos humanos?
—Sí, no tengas dudas. Recibimos en el acto del Partido Obrero en la Plaza de Mayo un saludo de los comunistas revolucionarios disidentes. El que lo manda, Frank García, estuvo preso. Nosotros apoyamos la rebelión popular porque ha sido contra medidas dictadas por la restauración capitalista en Cuba. Es decir, hemos enfrentado siempre el bloqueo norteamericano pero no nos solidarizamos con la política del partido comunista cubano. Es muy represivo, es un régimen de partido único y que ahora están empeñado a la restauración capitalista a la china, cómo la llaman ellos. Nosotros somos socialistas del gobierno de los trabajadores totalmente. En ese aspecto, somos defensores de los principios iniciales de la revolución cubana.
—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y lo invitamos a realizar un comentario final para cerrar el reportaje.
—Hubo una caída en el porcentaje de votación. Fuerte. Hay una especie de no voto por la bronca. Es una expresión inconducente. Hago un llamado a toda la población argentina y de la provincia de Buenos Aires, pero la caída fue en todos lados, a votar. Está la alternativa del Frente de Izquierda de los Trabajadores Unidad. Porque el que no vota se queda con la bronca en la casa y los dueños del poder se quedan con el poder. Así que habiendo la alternativa política que nosotros hemos construido. Antisistémica y con un programa de salida de la crisis. Llamo a todos a votarlo y también a sumarse a la fiscalización. Que se respete la voluntad popular. Los aparatos, tanto del radicalismo como del peronismo, tienen prácticas punteriles espantosas en todos los lugares que dominan los recursos del estado. Así que hay que fiscalizar.
Por Gustavo Zandonadi, María Gabriela Maidana y Gustavo Winkler
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación en la Escuela de Comunicación