Argentina firmó este viernes una declaración de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que condena la falta de garantías en Nicaragua y las violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno de Daniel Ortega. Esa posición significa otro giro en materia de política exterior del gobierno de Alberto Fernández, quien se había mostrado cerca de Nicaragua cuando Ortega apoyó la designación del presidente Alberto Fernández al frente de la Celac, y también en otras ocasiones en que desde Washington se habían cuestionado las encarcelaciones de dirigentes opositores a Ortega antes de las elecciones nicaraguenses. El Gobierno argentino también había reaccionado con lentitud cuando no se reclamó a tiempo la detención del iraní Mohsen Rezai, uno de los acusados por el atentado a la AMIA.
Este viernes en una sesión de casi 2 horas, miembros de la OEA aprobaron la "Declaración sobre la liberación inmediata de los presos políticos" en Nicaragua, incluida la Argentina que hasta el momento había tenido una postura ambivalente sobre Managua, y se había abstenido de firmar este tipo de declaraciones condenatorias (también hacia los régimenes de Cuba y Venezuela), postura que también adoptaron Bolivia y México.
También en noviembre pasado el Gobierno argentino, a través de la vocera Gabriela Cerruti, había criticado la política de Derechos Humanos en Nicaragua, aunque han sido múltiples los gestos de alineamiento con Managua protagonizados en estos dos años por el embajador en Nicaragua, Daniel Capitanich, y por el representante argentino ante la OEA, Carlos Raimundi.
La resolución está enmarcada en la preocupación regional por la muerte del exguerrillero sandinista Hugo Torres el pasado sábado, que estaba detenido por "traición a la patria" al igual que otros 46 opositores al gobierno de Daniel Ortega presos desde el año pasado, una situación en la que organismos de derechos humanos denuncian que prevalecen las torturas físicas y psicológicas.
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La declaración de la OEA
“La situación en Nicaragua es un desafío a estos valores y principios. Nuestra organización, y nosotros los Estados miembros de la OEA, no podemos quedarnos satisfechos con la inacción. Ninguno de nosotros puede permanecer en silencio ante la tragedia que se desarrolla en Nicaragua, donde el sufrimiento humano aumenta a medida que los derechos políticos, civiles y humanos, que todas nuestras naciones aprecian, son ignorados, erosionados y violados”, sostiene el escrito del organismo internacional, que también exigió que todos los presos políticos "sean liberados de inmediato".
"Ninguno de nosotros puede permanecer en silencio ante la tragedia que se desarrolla en Nicaragua, donde el sufrimiento humano aumenta a medida que los derechos políticos, civiles y humanos, que todas nuestras naciones aprecian, son ignorados, erosionados y violados", se lee en la declaración de la OEA firmada por Argentina y otros 26 países.
"Consideramos que la continua detención de presos políticos constituye una grave violación de esos derechos a los que todos los Estados Miembros de la OEA han declarado su adhesión", añade.
Entre los países que apoyaron el documento también se encuentran Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belize, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Grenada, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, St. Kitts y Nevis, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela (aunque en este caso el representante de Juan Guaidó).
En ese sentido, subraya que "la continua detención de presos políticos constituye una grave violación de esos derechos a los que todos los Estados Miembros de la OEA han declarado su adhesión". "Unidos alzamos nuestras voces en muestra de solidaridad con el pueblo de Nicaragua, con las víctimas de los abusos a los derechos humanos y con los miembros de sus familias; y, al hacerlo, reiteramos nuestra firme convicción de que todos los presos políticos de Nicaragua deben ser liberados inmediatamente", concluyó la posición de la OEA.
CI/HB