La pequeña población de Smitshburg, en el estado de Maryland, se vio conmocionada este jueves 9 de junio por un tiroteo en una fábrica de equipos para la construcción, donde un empleado mató a tres compañeros y trató de escapar, se enfrentó con la policía a unos kilómetros, donde hirió a uno de los uniformados antes de recibir un disparo en la espalda y ser reducido. Fue trasladado a un nosocomio local, donde quedó detenido.
El jefe de policía del condado de Washington, Doug Mullendore, señaló que que tres personas murieron en Columbia Machine, en las afueras de Smithsburg, y que también había una cuarta persona gravemente herida. Confirmó en conferencia de prensa que tanto las víctimas como el atacante eran empleados de Columbia Machine. Luego de la balacera, el atacante escapó en auto, y la policía lo encontró a unos kilómetros, donde hubo otro tiroteo.
En ese enfrentamiento, el sospechoso y un agente resultaron heridos. Mullendore precisó que el atacante es un hombre de 42 años, aunque su nombre no se informó hasta tanto se hagan los cargos penales.
Según la policía, las víctimas fatales fueron identificadas como Mark Alan Frey, de 50 años; Charles Edward Minnick Jr., de 31, y Joshua Robert Wallace, de 30 años. En tanto, el herido en la fábrica es Brandon Chase Michael, de 42 años.
"Cuando el atacante escapaba y la policía trató de detener su auto, este abrió fuego", indicó el comunicado policial, agregando que el policía herido en el enfrentamiento "se encuentra bien", aunque no se detalló el grado de las heridas sufridas por el detenido.
El jefe Mullendore indicó que el sospechoso usó en la balacera de Columbia Machine una pistola semiautomática. Smithsburg, es una pequeña localidad de 3.000 habitantes a poca distancia de Camp David, la residencia de descanso que utilizan los presidentes de Estados Unidos, a 120 kilómetros (75 millas) al noroeste de Baltimore.
Recuerdos del horror
Mientras esos sucesos en Smithsburg volvían a traer a las pantallas de los noticieros un tiroteo, una de las víctimas que sobrevivió a la masacre en un colegio de Texas contó a legisladores de Estados Unidos como se manchó con la sangre de su compañera de clase asesinada a su lado para fingir que también había muerto, salvando de esa manera providencial su vida del la demencia de Salvador Ramos, el joven que mató a 19 chicos y dos maestras en una escuela de Texas.
Miah Cerrillo, alumna de cuarto grado de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, relató con aterrador detalle cuando 19 de sus compañeros y dos maestras fueron baleados el 24 de mayo por Ramos, un joven de 18 años.
Recordó que habían estado viendo una película y que cuando el pistolero irrumpió se protegieron detrás del escritorio de la maestra y de sus mochilas. "Él le dijo a mi maestra 'buenas noches' y luego le disparó en la cabeza. Y luego le disparó a algunos de mis compañeros de clase y a la pizarra", dijo Miah en una intervención pregrabada en video.
"Cuando fui hacia las mochilas, le disparó a mi amiga que estaba a mi lado y pensé que iba a volver a entrar en el aula, así que tomé un poco de sangre y me la unté por todo el cuerpo", agregó. Miah relató que se mantuvo en completo silencio, antes de agarrar el celular de su maestra muerta apenas pudo y marcar el número de emergencias 911.
HB
