Un vuelo perteneciente a Aerolíneas Argentinas (AA) tenía planeado partir con dirección a Moscú, este martes 22 a las 3.30 de la madrugada, para traer el primer lote de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19. La misma que alcanzará para inmunizar a 300.000 personas.
El aterrizaje de la aeronave a Moscú, sin embargo, todavía no fue autorizado por la Federación Rusa y el despegue se atrasaría por 16 horas. De esta forma, se espera que el avión comience su viaje en Ezeiza a las 19.30 de este martes, informó La Nación.
Los preparativos para la llegada del vehículo aéreo Airbus 330 a Rusia habían comenzado este lunes. Aun así, el viaje de entre 17 y 18 horas de duración debió ser retrasado debido a la necesidad de modificar ciertos permisos para el ingreso.
El avión contará con tres tripulaciones completas, integradas por un comandante y dos copilotos, además de un piloto de refuerzo. Cada uno de ellos trabajará a lo largo de distintas fases de vuelo.
Una vez el avión arribe al Aeropuerto Moscú-Sheremétievo, cargará las 8 toneladas de vacunas elaboradas por los laboratorios rusos. Mientras tanto, un despachante de carga realizará los trámites pertinentes en la terminal y un despachante operativo controlará el peso de la aeronave y la cantidad de combustible.
Los antídotos estarán dispuestos en embalajes fabricados por la empresa alemana DHL y se mantendrán a una temperatura de -18°. Junto a dichos paquetes, regresarán a la Argentina miembros de la comitiva que se encontraban hasta entonces en la capital rusa.
El Gobierno afirma que la vacuna rusa es "segura y eficaz para mayores de 60" años
Negociaciones con Rusia
El Gobierno nacional firmó hace dos semanas atrás un contrato con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) con el objetivo de inmunizar a 10 millones de personas entre los meses de enero y febrero.
Las negociaciones estuvieron la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, y cuatro técnicas de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Dicho organismo deberá, después, aprobar la implementación del preparado.
Se trata del tercer contracto que Argentina mantiene con la finalidad de obtener un antídoto contra el coronavirus. El primero fue con la Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca, y el segundo con la iniciativa Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual pretende establecer una cooperación multilateral para facilitar el acceso equitativo a las vacunas disponibles.
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