La violencia que impone el narcotráfico y agobia vastas zonas de Rosario dejó este sábado nuevos episodios de salvajismo. A tal punto llega la impunidad con la que se manejan los sicarios del narcotráfico, que en poco más de 12 horas dos sedes policiales fueroon baleadas, primero en Barrio Ludueña y luego en la vecina Empalme Graneros.
Durante la madrugada, dos hombres que se movilizaban en moto hicieron al menos 18 disparos contra el frente de la Comisaría 12, en Barrio Ludueña, ocasión en la que también recibió algunos disparos un patrullero que estaba frente a la sede policial. Cuando se produjo el ataque, en la esquina de Casilda y Solís, afortunadamente no hubo heridos entre el personal policial, uno de cuyos móviles intentó perseguir a los atacantes, pero no pudieron dar con ellos.
Como triste postal de lo que se vive en los barrios más humildes de la gran ciudad santafesina, vale señalar que ese ataque a la Comisaría de barrio Ludueña se produjo a escasas 5 cuadras del lugar en que el viernes por la noche otro ataque narco había asesinado a una mujer, herido a otro y a un bebé de apenas 6 meses.
En el ataque a la comisaría 12, las filmaciones mostraron a dos sujetos en una moto que se detienen unos segundos en la esquina frente al edificio policial, disparan con los vidrios de entrada y luego escapan.
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Ya en horas de la mañana hubo allanamientos en procura de dar con los sicarios, y se produjeron varias detenciones, pero todavía no se sabe si efectivamente se trata de quienes la emprendieron a tiros contra la sede policial. En el informe de los uniformados solo se destacó que se realizaron tres allanamientos, con 7 detenidos y el secuestro de armas, chalecos antibalas y decenas de proyectiles.
Uno de los domicilios allanados se encuentra en Arévalo y Magallanes, a tres cuadras la casa que fue blanco de un ataque sicario. En el lugar se incautó un revólver calibre 38 cargado y balas calibre 9 milímetros, además de dos chalecos antibalas. Y en Montevideo al 7300 se demoró a tres hombres y dos mujeres y se secuestraron dos pistolas 9 mm, una calibre 40, cargadores extensibles y comunes, y una mochila con balas. En tanto en Los Chingolos al 300, en Cabin 9, fueron apresados un hombre y una mujer con cargadores de distintos calibre y gran cantidad de municiones 9 milímetros.
El otro ataque a una sede policial en Rosario se produjo este sábado a plena luz del día. Eran las 15.30 y el frente de la Subcomisaría 24ª, ubicada en Juan José Paso y avenida Sabin, en Empalme Graneros, fue también objeto de una lluvia de balas, y tal como había ocurrido en el caso anterior, el personal policial resultó ileso. Los agresores escaparon sin que hasta el momento haya rastros de su paradero.
HB