Se hizo pasar por militante del ERP y secuestró un avión argentino en 1973, hoy está enfermo en Cuba y su hijo pide que regrese al país
Se trata de José Mazor que obligó a que un avión que viajaba de Buenos Aires a Jujuy llegara a La Habana. El periodista Roberto Vacca era uno de los pasajeros del vuelo y se convirtió en su confidente.
Basilio José Mazor secuestró un avión de Aerolíneas Argentinas. |
Gentileza diario Clarin
El 4 de julio de 1973 José Mazor, que entonces tenía 24 años, se hizo pasar por integrante de la organización guerrillera guevarista, Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y secuestró el vuelo 558 de Aerolíneas Argentinas al que desvío a La Habana. Ahora yace enfermo en Cuba y su hijo pide por su regreso.
El caso de Mazor es un secuestro aéreo que pocos conocen. Armado con una escopeta interceptó el Boeing 737 matrícula LV-JTO de Aerolíneas Argentinas que viajaba de Buenos Aires a Jujuy. Actualmente, vive en Artemisa, Cuba postrado en una cama tras sufrir dos infartos cerebrales que le impiden hablar con fluidez y moverse con independencia.
“Pirincho” Mazor es oriundo de la ciudad bonaerense de Pergamino y en 1969 viajó a Esquel para incorporarse al Servicio Militar Obligatorio en el Regimiento 3 de Infantería de Montaña Coraceros General Pacheco, según detalló su hijo al medio Infobae.
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Junto a Mirian del Carmen Barbera el 24 de marzo de 1972 fueron padres de Basilio, que hoy tiene 51 años y vive en Córdoba, y nunca pudo dar con el paradero de su madre, ya que lo abandonó luego de que su padre protagonizara el secuestro.
El secuestro del avión
Mazor era un empleado municipal que, para llevar adelante el secuestro, se compró un ticket para volar en el avión como el resto de los pasajeros. En ese mismo vuelo coincidió con dos integrantes de la revista Siete Días que registraron todo lo que ocurrido: Roberto Vacca y el reportero gráfico Rodolfo Lo Bianco.
Según el relato de los reporteros, Mazor comenzó a actuar antes de que el avión despegara, allí exhibió su escopeta que escondía debajo del poncho que vestía y anunció que era integrante del ERP y que debían ir a Córdoba, luego a Chile y finalmente a Cuba.
Para aumentar su amenaza anunció: “En un bolso que viaja dentro de la bodega hay una bomba plástica. Estallará cuando yo quiera”. Para explicar las razones del secuestro contó que iba a pedir que Aerolíneas Argentinas entregara 100 mil dólares al Hospital de Niños y otros 100 mil a la Comisión de Lucha contra el Mal de los Rastrojos y que en una de las escalas iba a subir Roberto Santucho.
El piloto en vez de ir a Córdoba bajó en Mendoza y luego en Chile, a donde en 1972 habían ido seis dirigentes del ERP, FAR y Montoneros que habían sobrevivido a la llamada "Mascre de Trelew": Roberto Mario Santucho, Marcos Osatinsky, Fernando Vaca Narvaja, Roberto Quieto, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna.
Una vez en Chile Mazor permitió que 39 adultos que habían mencionado tener problemas de salud y cinco niños abandonaran la aeronave y de allí partieron a Perú.
Nadie, ni el secuestrador, sabían que viajaban con un cargamento de 700 millones de pesos viejos.
De Perú partieron a Panamá y de allí a La Habana. Tras pasar tanto tiempo encerrados, Mazor empezó a usar a Vacca de confidente y le contó que había abandonado a su pareja de 17 años y que añoraba que lo reconocieran como militante, porque efectivamente no pertenecía a la organización armada.
Cuando estaban arribando a destino, Mazor le dio al periodista una carta para que le entregara a la madre de su hijo y cuando aterrizaron fue detenido. El avión regresó a Buenos Aires el 9 de julio.
La relación de Mazor con su hijo
El hijo de Mazor era un bebé cuando ocurrió el secuestro, pero actualmente mantienen diálogo a través de las redes sociales. Basilio Mazor hijo quiere que su padre regrese a Argentina para cuidarlo y porque le preocupa la fragilidad de su salud.
Recién a su 24 años Basilio pudo conocer a su padre, ya que gracias a que el entonces presidente argentino Carlos Menem indultó a guerrilleros y militares, Mazor se sintió fuera de peligro para viajar a la Argentina.
La vida de Mazor en la isla
En una entrevista con el periodista Daniel Van der Beken, Mazor contó que luego de ser liberado se dedicó a se entrenador de fútbol durante 13 años. Volvió a casarse y tuvo una hija y luego, con otra mujer, tuvo otra niña más.
Hablaron del secuestro del avión y destacó que no hubo heridos, pero que estaba arrepentido de lo que había hecho. “Tengo el firme convencimiento en la vida que a la injusticia, sea donde fuera, hay que enfrentarla. Pero de algo estoy seguro, no de la manera que yo lo hice”, sostuvo.
