Mientras el Gobierno nacional insiste en recalcar que las restricciones anunciadas para tratar de detener el crecimiento de casos de coronavirus "nada tienen que ver con un toque de queda", lo cierto es que aunque sea en versión "light" y se insista en resaltar que se trata de "restricciones", la expresión toque de queda sanitario quedó instalada y se aguarda a ver que impacto tendrá en la "nocturnidad", sobre todo si se aplica en la ciudad de Buenos Aires y las principales ciudades bonaerenses, especialmente las de la costa atlántica que concentran el mayor movimiento turístico.
Según el anuncio hecho este jueves por la administración del presidente Alberto Fernández, las restricciones a la actividad nocturna harán su estreno este viernes 8 de enero a las 23 horas. Desde allí y a hasta las 6 de la mañana se abrirá una "ventana" en la que el Gobierno confía en poder desalentar muchas de las actividades de entretenimiento, que en los últimas semanas abundaron en situaciones en las que se veía a mucha gente junta, sin barbijos ni distanciamientos, propiciando obvios vectores de contagio.
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No se conoce la "letra chica" del decreto que pondrá en marcha esas restricciones, pero las expectativas por ver cómo reaccionarán los distintos distritos arrancó con la sonora reacción de Schiaretti en Córdoba, rechazando la aplicación de ese "toque de queda" en su provincia, que es uno de los principales actores del movimiento turístico nacional.
"Las medidas se redactando en este momento. Y van a estar publicadas el viernes, que es cuando van a empezar a regir", dijo este jueves 7 de diciembre el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, sobre la restricción que se anticipa que irá de las 23 hasta las 5 o 6 de la mañana.
Un "grave riesgo", según Juntos por el Cambio
Mientras tanto, desde el interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio hablaron de la "gran preocupación" que genera el anuncio del Gobierno de restringir la circulación nocturna desde este viernes.
"Nuevamente el Gobierno elige restringir las libertades individuales como una única respuesta a la crisis sanitaria del coronavirus", señaló un comunicado opositor, en medio del fuerte incremento de contagios en la última semana, a partir de la proliferación de las fiestas clandestinas y las reuniones en el marco de las celebraciones de fin de año.
Para los legisladores opositores, "sin un plan de vacunación ni acuerdos que garanticen el acceso a la vacuna en los próximos meses para la población de riesgo, ni una política de testeos masiva y eficiente, se intenta ocultar la negligencia en el manejo de la pandemia culpando a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes, por el aumento de los contagios".
Para la principal coalición opositora "lo más grave es el riesgo de que una prohibición de este tipo y la estigmatización de la conducta de los jóvenes pueda derivar en la multiplicación de casos de violencia institucional como los que se produjeron durante la cuarentena, y que causó muertes como la de Blas Correa, Luis Espinoza, Facundo Astudillo Castro y muchos otros casos que aún deberán aclararse en la Justicia".
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