Finalmente, Donald Trump no sorprendió: anunció que Estados Unidos abandonará “ahora” el acuerdo “5+1” con Irán, por el que Barack Obama tanto batalló, que buscaba postergar por al menos una década la posibilidad de que Teherán accediera a la bomba atómica a cambio de levantar las sanciones económicas que asfixiaban al régimen de los ayatolás.
“Cuando hago promesas, las mantengo”, dijo el presidente norteamericano, que desde que era candidato había prometido “liquidar” el acuerdo, del mismo modo que muchas otras iniciativas de la administración Obama, y que en las últimas semanas había multiplicado sus ataques contra el pacto.
En su mensaje, breve y duro, Trump no ahorró las amenazas: “Si el régimen continúa con su aspiración nuclear, tendrá mayores problemas de los que jamás ha tenido”, afirmó. Pero si acepta sellar un nuevo acuerdo, “grandes cosas pasarán para Irán y la estabilidad en Oriente Próximo”.
Los otros firmantes del acuerdo -Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China- ya han anunciado que no desean abandonar el pacto.
Israel. La “prueba” que Trump exhibió para avalar su decisión fue la denuncia hecha días atrás por el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
Con una gran escenificación, Netanyahu exhibió una pila de documentos y fotografías que, aseguró, conforman el que llamó “archivo atómico secreto iraní”, de más de 100,000 archivos y 183 CDs, que estaba oculto en un almacén en el distrito de Shorabad, en el sur de Teherán, y fue obtenido por los servicios de inteligencia israelíes y posteriormente “compartido” con los Estados Unidos, que confirmaron su “autenticidad”.
Ese proyecto, denominado Amad, según los documentos, “tiene los cinco elementos clave de un programa de armas nucleares: diseñar las armas nucleares, desarrollar el centro nuclear, construir un sistema de implosión nuclear, preparar pruebas nucleares e integrar las cabezas nucleares en misiles”, dijo el premier israelí.
El gobierno israelí fue un tenaz enemigo del acuerdo desde un comienzo y, en ese sentido, comparte su preocupación por el despliegue de Irán con Arabia Saudita, ante la posibilidad de una expansión del poderío y la influencia de su gran rival por la hegemonía en Medio Oriente.
El anuncio excluye cualquier otra solución intermedia, como mantener el acuerdo firmado mientras se negociaban garantías de que Irán no está enriqueciendo uranio con fines militares.
Así, el discurso de este martes estuvo tan dirigido a Teherán como hacia Pyongyang: no hay términos medios. Trump ya ha adelantado que en su futuro encuentro con Kim Jong Un exigirá la “desnuclearización total” del régimen norcoreano.
El consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, dijo que la salida del acuerdo nuclear demuestra que Estados Unidos “solo negociará desde posiciones de fortaleza”, principio que también rige en los preparativos de la reunión que Trump celebrará con Kim Jong-un El presidente reveló hoy que el secretario de Estado, Mike Pompeo, visitará nuevamente Corea del Norte para una nueva reunión con Kim, como la que mantuvo meses atrás cuando aún era el director de la CIA.
