Imagínese el mayor salón de baile de Florencia, con frescos italianos de más de 12 metros de altura; dos arañas de cristal de Murano del 1700 sobre su cabeza; y pisos de madera original del siglo XVI, a sus pies.
Sí, esta perla del Renacimiento italiano existe y se llama Palazzo Serristori. Ya la compró una empresa taiwanesa, el grupo LDC Residences, para reconvertirla en un edificio con residencias privadas de un valor histórico y cultural incalculable. Los italianos le tienen fe ya que los mismos taiwaneses han hecho también lo propio con otro palacio dorado, el Palazzo Portinari Salviati.
La venta de las viviendas quedará en manos italianas, las de la empresa local Lionard Luxury Real Estate de Florencia.
Todos los futuros felices propietarios compartirán un majestuoso vestíbulo de 150 metros cuadrados, con chimeneas de mármol de Carrara coronadas por los escudos nobiliarios y de armas del linaje Serristori.
Los detalles de lujo exquisito hacen de cada vivienda un espacio único, como aquel que conservará la estufa de terracota acristalada, fabricada por Ginori, de la que sólo hay un ejemplar más en el mundo. O el Salón de los Espejos, tan versallesco, pero que en este caso será de uso común, igual que el spa y el jardín.
Una escalera diseñada por Miguel Angel Buonarroti conecta todas las plantas del palazzo.
Cada apartamento de luego del nuevo emprendimiento costará entre 2 y millones de euros.
El Palazzo Serristori es una villa de ensueño a orillas del río Arno, bastante cerca del icónico Ponte Vecchio de Florencia. Allí pasó sus años de exilio José Bonaparte, el hermano mayor de Napoleón que el militar corso había impuesto como monarca en España y Nápoles. Aunque en Florencia lo reconozcan como Giuseppe, fue el célebre José I del que tanto se habló durante la gesta patriótica de mayo, en el Virreinato del río de La Plata.
Como cuartos no faltaban, allí también estuvo algún tiempo la noble familia rusa Demidoff, a quienes recuerda una dedicatoria en la plaza adyacente del palazzo.
Los compositores Giacomo Puccini, Gioacchino Rossini, Richard Strauss y Richard Wagner; los escritores Lord Byron y Percy Bysshe Shelley, y la Reina de Italia, Elena de Saboya, fueron invitados al Serristori
La dama de compañía de la reina era la marquesa Hortense de la Gandara, esposa del conde Umberto Serristori, familia a la que se debe la construcción del palazzo y que lo habitó hasta la segunda mitad del siglo pasado. Luego, el palacio estuvo desocupado durante mucho tiempo.
El diseño original estuvo a cargo, al menos en la parte central, de Giuliano y Antonio da Sangallo, con la colaboración de Benedetto da Maiano. Para entonces, todos ellos ya habían diseñado el palacio Strozzi de Florencia y la villa de los Medici de Poggio a Caiano.
La obra inicial respondió al deseo de Lorenzo Serristori, la cabeza de una familia de banqueros que se habían ganado el favor de los Medici.
Se levantó sobre un coto de caza, bajo la colina de la actual plaza Michelangelo, en una zona donde había un viejo molino cuyos restos aún están en el subsuelo de la residencia.
Cuando el Ayuntamiento construyó la costanera del río Arno, el estado expropió un sector del parque y del palacio, pero igualmente conservó 5.500 metros cuadrados de interiores y un jardín de 3.000 metros cuadrados. Reconstruir todo el conjunto será una empresa de varios años y una inversión de varias decenas de millones de euros.
