Con las lluvias, el agro apuesta a tener “revancha” luego de tres años de sequía

Federico Bert, colaborador del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), consideró hoy que la producción agrícola puede obtener durante la presente campaña una “revancha” luego de tres campañas seguidas signada por una fuerte sequía que impactó negativamente sobre los cultivos. Aseguró que el registro de lluvias trae “una buena noticia, ya que los suelos se recargaron”.

“La producción agrícola espera una campaña para la revancha, ojalá la tengamos, ya que venimos de una campaña que fue dramática por sus resultados obtenidos a lo largo y a lo ancho de todo el país producto de la sequía: por ello, esta es la que nos puede dar la revancha en términos climáticos que necesita el campo en Argentina”, explicó Bert en diálogo con ‘Aire de Campo’, de radio Perfil. 

El especialista en temas tecnológicos para el campo consideró que, aun cuando se sembró la mitad del área gruesa, “la historia recién empieza y está todo por definirse”.

También consideró que, en términos de humedad para los suelos, lo que en los últimos tres ciclos fue un limitante para la generación de cultivos, “tal como podía esperarse por las estadísticas ante la ocurrencia de una fase Niño, las lluvias se reactivaron en gran parte de las regiones productivas. Esto es una buena noticia, ya que los suelos se recargaron en gran parte del área agrícola nacional”.

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“El tanque está lleno con agua de lluvia, pero no está nada dicho, la gente de campo sabe que hay que esperar hasta el último día de cosecha o hasta que se levante el grano”, explicó con cautela Bert.

Potencial de crecimiento

Federico Bert consideró que la Argentina tiene “mucho” potencial de crecimiento en materia de producción y rendimiento sin incrementar la actual área que ocupan los cultivos. “En términos generales, obtenemos un 60% de lo que podríamos sacar en el campo, utilizando las mismas tecnologías, y solo ajustando cuestiones de manejo y en especial lo que tiene que ver con la fertilización”.

“Hay diversos estudios científicos muy serios que muestran esa brecha entre lo que hoy tenemos y lo que podríamos tener, sin utilizar nuevas tecnologías, dejamos de ganar un 40% en los lotes. Claro que en algunos cultivos más o menos, como puede suceder con la soja, pero esa brecha se explica por cuestiones de fertilización. Y allí hay que decir que quizás no se fertiliza como se debiera porque el contexto macroeconómico en la Argentina es inestable, incierto y una presión impositiva alta, lo que desincentiva el uso de nueva y mejor tecnología en los lotes”, aseguró.

Campaña de trigo

En materia de trigo, Bert comentó que “la campaña fina venía muy bien, pero ocurrieron una serie de sucesos climáticos que mermaron el potencial que iba a tener el trigo. Aquí hay que referirse a la continuidad de la sequía, debido a que hay cultivos de trigo que llegaron tarde y sufrieron la falta de lluvias. Por ello, algunos cultivos de invierno sufrieron la falta de agua en los suelos, y también el registro de heladas”.

“Este tipo de eventos, puntualmente las heladas, tuvieron un impacto muy fuerte en el norte de la provincia de Buenos Aires, por caso en localidades como Chacabuco, donde los daños registrados por el frío fueron importantes en los lotes de trigo: se registraron daños del 12 al 80% en algunos lotes”, aseguró.

Según Bert, la evaluación que puede realizarse a nivel nacional, “es que no se va a obtener una campaña triguera excepcional por la pérdida de rendimiento en los granos”.

La percepción expuesta por el especialista convalida la previsión realizada esta semana por la Bolsa de Comercio de Rosario que recortó la previsión de producción de trigo a 13,5 millones de toneladas para el ciclo 2023-24. Así se dispuso un recorte de unas 800 mil toneladas respecto a la estimación previa.

Ataque a las malezas

Federico Bert consideró además que, durante la presente campaña agrícola, tras tres años de seca, “el principal desafío del productor agrícola son las malezas resistentes y tolerantes. Por suerte, noto en los últimos años, que la muñeca del productor ha ido mejorando y su manejo es mejor que el que se tenía dos o tres campañas atrás”.

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“Aunque el control de las malezas, también implica aumentar los costos, ya que su control en los lotes no resulta fácil. Pero con buena agronomía y buenos productos, esto puede lograrse. Por ello, hay que estar pendiente de ello, en un año donde se deben maximizar los rindes: resulta clave”, explicó.

Fertilizar como clave

Bert explicó que “otro elemento clave para obtener una buena producción es encarar una buena fertilización de los suelos, ya que de cara a una campaña que climáticamente parecería ser buena o mejor que las anteriores, este es un tema importante a tener en cuenta”.  

Allí, reconoció que para la opción de inversión que siempre tiene el agricultor “juega en contra” el incremento que tuvieron los precios de los fertilizantes. También indicó que a esto se le suma “una situación financiera del productor muy mala que ambos factores desincentivan el uso de fertilizantes. Aunque el productor siempre se anima a invertir ante la posibilidad de tener una campaña buena”, dijo.

“Lo que vemos hoy es que los niveles de fertilización se mantienen o aumentan, según algunas encuestas recientes. Además, es bueno que no marquen caídas importantes. Sin embargo, saliendo de la coyuntura, en la Argentina, los niveles de fertilización son relativamente bajos, ya que se fertiliza menos de lo que se podría pensar que se necesita en un campo para mantener la fertilidad de los suelos y mantener los rendimientos”, expresó.

Gi