La cadena del maíz asegura que para la próxima campaña del cereal, la plaga de la chicharrita “no nos agarrará con la guardia baja”

Desde la cadena del maíz se avaló la necesidad de adoptar medidas para reducir el impacto que tiene una plaga como la chicharrita, que transmite un virus que causa la enfermedad conocida como “achaparramiento del maíz”, tales como una siembra escalonada que permita cortar la cadena verde y reducir la población del insecto. También se espera contar con nuevas herramientas como material genético y químico que controlen la proliferación de la plaga que generó millonarias pérdidas en el cultivo durante el presente ciclo.

Federico Zerboni, presidente de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), aseguró en diálogo con “Aire de Campo” que se emite por Radio Perfil, que, tras las pérdidas registradas en el presente en esta campaña, en el próximo ciclo agrícola la plaga de la chicharrita “no nos va a agarrar con la guardia baja: en esta campaña de producción de maíz nadie esperaba lo que sucedió, con efectos muy complejos en varias zonas de producción de maíz”.

Zerboni comentó que durante el encuentro realizado en la Secretaría de Bioeconomía, que encabezó el titular del área, Fernando Vilella, “todos coincidimos en que hay herramientas para emplear en el manejo, aunque lo que será muy importante es manejarlo en todas las zonas donde se haga maíz”.

Consignó que allí se deben emplear acciones como “la siembra escalonada, lo cual es muy importante, y donde hay productores que no la respetan, y de no hacerlo, van a crear un problema bastante serio”.  

La plaga de la “chicharrita” provocó pérdidas millonarias en maíz y frena futuros planes de siembra

Protocolo de siembra y control de la chicharrita

El titular de la entidad explicó que este tipo de cuestiones “van a ser muy bien tratadas por técnicos de Brasil en el próximo Congreso que Maizar realizará el 22 de mayo próximo” en el Goldencenter de Buenos Aires.

Consignó también que “allí esperamos presentar un protocolo de manejo, muy ordenado y prolijo, para comenzar con la comunicación de todo el sector con el objetivo de volver a contar con una cosecha de maíz, como la que siempre prevemos, que sea excelente. Hay herramientas para manejarla”, dijo.

También Zerboni aseguró que la salida de la crisis que abrió la proliferación de la chicharrita “no es individual” en cada lote cultivado “sino que se debe hacer con medidas adoptadas en conjunto de toda la sociedad que siembra maíz”.

En el listado propuesto tras el encuentro figuran el control de los llamados “maíces guachos”, acciones como “efectivizar la siembra con el empleo de nuevos productos y con controles químicos de las semillas para controlar la plaga en los primeros estadios, que es cuando hace daño, y también con genética, ya que hay híbridos tolerantes”.   

“Allí, todas las empresas están trayendo materiales genéticos que van a ser interesantes para la próxima campaña: algunos van a ser más tolerantes que otros a la plaga. Todas las empresas están trabajando mucho y tienen en su porfolio híbridos que se pueden emplear”, refirió.

Comentó además que “hay que hacer una diferenciación de los ciclos. Se registró una cosecha récord en toda Argentina, mientras que las siembras tempranas no vieron ningún problema, en el caso de las siembras de maíz tardío, del norte de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, hacia el norte argentino, el daño fue muy fuerte, ya que la presión de la chicharrita fue muy grande desde el inicio del ciclo”.

“Por debajo de esta línea, hay que tener mucho cuidado, porque están apareciendo síntomas ahora y es muy necesario que el productor esté atento. Hay que entrar al lote, y caminarlo. Hay productores que ven que tienen un maíz sano, pero cuando entran al lote, y revisar el estado de las cañas”, manifestó.

Revisar la calidad del maíz y siembra escalonada

“Es un muy mal síntoma que el maíz no cumpla con su ciclo”, expresó Zerboni. Para el especialista, la revisión de los lotes permite verificar el estado que reportan las cañas, y evitar que la planta caiga antes de tiempo por falta de sanidad. Ya que, si la estructura de la caña está dañada, puede caer por el viento. Allí, también la recomendación es verificar la calidad de los granos”.

“Hay varios casos, donde el maíz corta el ciclo 30 días antes, y esto puede representar una pérdida de un 30 a 40% menos de peso. Ese grano al no haber terminado fisiológicamente su ciclo con condiciones ambientales de tormentas se comienza a dañar y se ofrece una calidad de grano mala. Así, ese maíz no llega al grado de exportación y debe ser destinado al mercado interno”, dijo.

Por último, Zerboni comentó que en el último encuentro con los funcionarios nacionales, privados y técnicos de organismos como el SENASA e INTA, “se habló mucho de la necesidad de promover en la próxima campaña una siembra escalonada del maíz por zonas agrícolas: es complejo de imaginar pero simple y necesario de implementar, ya que es una acción que se hace en Brasil, por ejemplo, con claros resultados”.

“Si en zonas del norte -manifestó el titular de Maizar-, comenzamos con generaciones, tales como aparecieron este año, en agosto, cuando llega la siembra de maíz en diciembre, cuando se hacen las coberturas en toda esta zona, ya tenemos una alta población de insectos, donde ya pasaron varias generaciones. Y el productor se tiene que dar cuenta que, si no adopta un escalonamiento, no va a poder sembrar en diciembre. Ya que, si la población de chicharrita es muy grande, por más que haya control químico, el daño va a estar igual”. 

Gi