Las previsiones de cosecha de maíz pasaron del récord a la desazón en tres meses. En enero, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimaba una campaña récord de 59 millones de toneladas.
Las altas temperaturas récord moderaron las previsiones a 57 millones de toneladas en marzo hasta que apareció un hecho inédito para el cultivo: la enfermedad spiroplasma, transmitida por una chicharrita, que genera grandes pérdidas en los lotes donde está presente.
Por este fenómeno, la BCR redujo la proyección de cosecha de maíz a 50,5 millones de toneladas, es decir 6,5 millones por debajo de la anterior.
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“Es la primera vez desde que se efectúan estimaciones que se observa un daño tan importante por un factor no climático”, señala el reporte de la entidad.
“La chicharrita es responsable de haberse comido el 11% de la producción maicera de Argentina”, afirmó Cristian Russo, Jefe de GEA-BCR.
“Cualquier volumen que no se logre, sin dudas, representa un desafío para la actividad económica, y estamos hablando de una caída bastante fuerte”, afirmó a PERFIL el economista Salvador Vitelli, economista de Romano Group.
“La caída podría llegar a ser mayor”, advirtió el economista y agregó: “Con la entrada del otoño, tendería a pensar que el daño comienza a mermar. Hay bastante daño en los cultivos, sobre todo en el norte. Córdoba va a ser una de las principales afectadas”.
La provincia mediterránea es responsable de 20 millones de toneladas de maíz y, de ese volumen, el 70% es tardío.
Con los números de la BCR, Vitelli sostiene que habrá una pérdida de US$ 1.200 millones.
Nivel de daños
Para Dante Romano, de la Universidad Austral, “50 millones de toneladas todavía es un nivel de producción que está bien”.
Teniendo en cuenta un comercio interno entre 14 y 15 millones de toneladas, “todo lo que estamos achicando es de lo que va a la exportación, no así del consumo interno”.
Romano coincide con Vitelli que las proyecciones pueden seguir cayendo, debido a que donde está presente enfermedad, “aunque no tenga incidencia alta, no podemos saber cuánto será el impacto real y definitivo en los rendimiento”.
Romano estima que, hasta ahora, hay un recorte de 5 millones de toneladas y que a un precio de 183 dólares, FOB oficial de la cosecha nueva, “estimamos alrededor de 1.000 millones de dólares menos por exportaciones. De eso, hay que calcular el 12,5% por retenciones”.
