Luego de una reunión de entidades que reúnen a productores, frigoríficos, exportadores y sindicatos, emitieron un comunicado conjunto titulado “Perdimos todos” sobre las restricciones a las exportaciones de carne vacuna dispuestas por el Gobierno Nacional desde mayo.
En el encuentro participaron las entidades de la Mesa de Enlace (Coninagro, CRA, Federación Agraria y Sociedad Rural Argentina), la Cámara Argentina de Consignatarios de Ganado, Cámara de Productores de Carne Vacuna, Centro de Consignatarios de Productos del País, Consorcio ABC, FIFRA, Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y la Unión de la Industria Cárnica Argentina.
El Gobierno flexibilizó las exportaciones de carne hacia Israel.
Las entidades consideran que los productores perdieron porque cayó el precio de la hacienda y subió la incertidumbre, mientras que los consignatarios sufren un menor volumen comerciales.
Por su parte, para los industriales y exportadores, el menor volumen de faena “incrementa el costo operativo y daña, una vez más, la imagen de la carne argentina en los mercados ante los reiterados incumplimientos con los compradores”. En cuanto a los trabajadores, “perdimos por la menor actividad industrial”.
La cadena de ganados y carne solicita al presidente Alberto Fernández “que revea la serie de medidas y decisiones administrativas tomadas y retrotraiga la normalización de los mercados a principios de abril”.
"Necesitamos que se normalice el mercado y que los productores podamos contar con reglas claras, que generen certidumbre en la actividad ganadera”, señaló Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina.
Matarifes y el celo a las exportaciones de carne
Leonardo Rafael de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), consideró que con el cepo a las exportaciones de carne “el Gobierno se equivocó, porque no solo no bajó la carne en los mostradores, sino que se incrementó el valor de la hacienda. La única excepción en este contexto es la reducción en el precio de todas las categorías de vaca, una categoría que como explicado hasta el hartazgo, no se consume en el mercado interno”.
Rafael agregó que “estos volantazos de la Casa Rosada para bajar el precio de la carne generan un fuerte desaliento en los ganaderos, situación que desalienta la producción y cuyos efectos empezaremos a percibir en los próximos meses”.
CP